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Será el primer organismo para el desarrollo del café mexicano desde que el gobierno de Vicente Fox desapareció el Consejo Mexicano del Café en medio de denuncias de corrupción.
Productores, industriales y autoridades acordaron la creación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de la Cafeticultura, primer organismo para detonar el sector desde que el gobierno de Vicente Fox desapareció el Consejo Mexicano del Café.
La nueva comisión estará integrada por las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, de Bienestar, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Economía y de Hacienda y Crédito Público.
Pero también integrará a dos organismos históricamente antagónicos como son la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé), conformada fundamentalmente por los productores del grano y la Asociación Nacional de la Industria del Café (Anicafé) integrada por las grandes empresas tostadoras y comercializadoras.
De acuerdo con la información difundida por la Sader, la Comisión tendrá como tarea “elevar la productividad para la autosuficiencia nacional en volumen y calidades, además de aprovechar oportunidades de crecimiento en mercados maduros y emergentes en el exterior, bajo equilibrios de ganar-ganar en toda la cadena y, en particular, en la actividad primaria”.
Para tal efecto, tendrá dos grupos de trabajo. Uno, encaminado a “establecer un sistema de información de la caficultura nacional, que incluya la definición consensuada y de seguimiento de precios de referencia del café por regiones y calidades y que brinde información transparente a los participantes de esta cadena para la toma de decisiones, con el fin de mejorar y hacer más eficiente la comercialización y su gestión del riesgo”.
El segundo grupo de trabajo, en tanto, se enfocará en impulsar la productividad y la resiliencia del café ante los efectos del cambio climático, plagas y enfermedades, así como de la volatilidad del mercado”.
No se informó, cabe señalar, sobre los principales problemas que enfrenta la cafeticultra nacional, entre los que se encuentran la transición hacia el café de especialidad que es la variedad más apretada por los mercados internacionales y que mayores ganancias proporcionan a los productores.
Tampoco se mencionó sobre el financiamiento necesario para esa transición ya que, dese el inicio del actual sexenio, se echó a andar el programa Producción para el Bienestar que proporciona a los productores un apoyo de solamente $5,000 pesos anuales, cuando el costo de producción de una hectárea puede llegar hasta los $60,000 pesos.
Tampoco se habló de fomentar el consumo de café de calidad en el país, ya que recientes estudios de la firma Euromonitor demuestran que el 54.2% del consumo de café en México corresponde a café instantáneo que es de muy baja calidad y que en poco beneficia a los productores del país.
Por Raúl Castro-Lebrija
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