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El enfoque propuesto por México, que no está basado en la ciencia, todavía amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral.
Funcionarios de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) y del Departamento de Comercio amenazaron con acudir a todas las opciones, incluyendo las medias formales, demandas en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
El objetivo es hacer valer los derechos de los agricultores y empresarios estadounidenses, luego de que el gobierno mexicano ha decidido eliminar gradualmente el uso e importación de maíz y otros productos transgénicos resultado de la biotecnología.
La declaración de funcionarios del USTR y USDA da cuenta de las conversaciones a las que asistieron Doug McKalip, jefe de Negociaciones Agrícolas de la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. y Alexis Taylor, subsecretario de Comercio y Asuntos Agrícolas Extranjeros del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Dichos funcionarios sostuvieron diversas reuniones con funcionarios del gobierno mexicano en relación con el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador de eliminar gradualmente el uso e importación de maíz y otros productos genéticamente modificados para el 31 de enero 2024. Esta situación podría generar la demanda de un panel de controversias en el marco del T-MEC.
¿En qué consiste la controversia por los transgénicos?
- Los funcionarios de EE.UU. continúan colaborando con nuestros homólogos mexicanos al más alto nivel para abordar nuestras graves preocupaciones con las políticas de biotecnología de México.
- Agradecieron el compromiso activo entre los funcionarios de los EE.UU. y el gobierno mexicano tras el viaje del Secretario de Agricultura de EU Tom Vilsack a México en noviembre
- Revisaron las modificaciones propuestas al decreto presidencial compartido por México a finales de 2022.
- Sin embargo, estos cambios no son suficientes.
- El enfoque propuesto por México, que no está basado en la ciencia, todavía amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral.
- Esta decisión podría causar graves daños económicos a los agricultores de EE.UU. y los productores de ganado mexicanos.
- Sofocaría importantes innovaciones necesarias para ayudar a los productores a responder a los apremiantes desafíos climáticos y de seguridad alimentaria
- El viaje de los funcionarios estadounidenses se concentró en tratar de resolver las diferencias con el gobierno mexicano respecto a los transgénicos.
- Externaron el compromiso de fortalecer la relación económica y comercial con México que ahora enfrenta un problema por las diferentes visiones respecto al comercio del maíz transgénico.
¿Qué sigue?
En las sesiones de este 23 de enero, reiteraron las preocupaciones expresadas anteriormente por el Secretario Vilsack y la Embajadora Tai. Agradecieron en la declaración conjunta, el tiempo y la dedicación de sus homólogos mexicanos para tratar de encontrar una solución.
“Hoy dejamos claro que, si este asunto no se resuelve, consideraremos todas las opciones, incluyendo la adopción de medidas formales para hacer cumplir nuestros derechos bajo el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá”, advirtieron sobre el comercio del maíz transgénico.
Antecedentes y contexto
El pasado 16 de diciembre, la Secretaría de Economía dijo que, en seguimiento a la visita que el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Thomas J. Vilsackrealizó a México, y de su reunión con el presidente de la República,Andrés Manuel López Obrador, se sostuvo ese día en Washington, D.C. un encuentro entre delegaciones de los gobiernos de México y de Estados Unidos de América.
En las conversaciones, el Gobierno de México expuso su política de seguridad alimentaria, de la cual destacó tres objetivos: preservar su patrimonio biocultural, al ser centro de origen de más de 60 razas de maíz; seguir garantizando su autosuficiencia en el maíz para el uso de tortilla, así como fortalecer la seguridad alimentaria en América del Norte. El objetivo del gobierno mexicano es proteger las razas de grano mexicano de las semillas genéticamente modificadas.
Dicha política garantiza el respeto de los compromisos comerciales, ofreciendo certidumbre regulatoria y criterios estandarizados y estables, tanto para productores como para importadores de maíz norteamericano, maíz transgénico.
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