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Nos dijeron que la pandemia por Covid-19 haría que el mundo se volcara a un entorno digital y se detonaría el uso de plataformas y aplicaciones móviles; sin embargo, desde ese momento, las empresas de tecnología han recortado a casi un cuarto de millón de trabajadores. Amazon, Meta, Twitter y Netflix encabezan la lista.
Por Raúl Castro-Lebrija
La llegada de la pandemia por el Covid-19, a finales de 2019, aceleró la adopción de nuevas tecnologías, particularmente móviles, así como la del entretenimiento en línea.
Ante el confinamiento y la imposibilidad de salir de casa, consumidores de todo el mundo se vieron obligados a tomar clases en línea; a pedir, por medio de aplicaciones, toda clase de alimentos de entrega a domicilio; a consumir, ávidamente, los estrenos de las plataformas de streaming, y a producir videos cortos, como una de las principales formas de entretenimiento casero.
A mediados de 2021, un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguraba que, solo en México, la pandemia había acelerado diez años la adopción de tecnologías digitales. Y aún había mucho por recorrer.
“Debemos volvernos más alfabetizados, en términos digitales, para ser más proactivos”, señaló en ese entonces Guillermo Rodríguez Avitia, director general de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, de la máxima casa de estudios.
Los precios de las acciones de empresas digitales, simple y sencillamente, se fueron a las nubes. Facebook cambiaba a Meta y Elon Musk anunciaba su intención de comprar Twitter, para hacerlo un mejor lugar para los usuarios.
Más todavía, ya estaba en camino la red 5G. Con un teléfono celular se podrían controlar toda clase de electrodomésticos o, incluso, conducir un automóvil sin piloto.
Y algo muy cierto, entre 2021 y 2022, el mundo comenzó a salir del encierro. Poco a poco el confinamiento quedó atrás, se dejaron los cubrebocas en casa y el uso de gel salió del ritual diario de millones de personas.
Asimismo, volvieron los antiguos hábitos de consumo y, si bien la digitalización había avanzado, el crecimiento no fue tan vertiginoso como muchos esperaban. Entonces, se hizo necesario meterle tijera a la nómina.
¿ALGUIEN FALTA?
El 14 de noviembre, Amazon anunció el recorte de diez mil puestos de trabajo, particularmente en sus áreas de dispositivos y servicios. Unos días antes, Meta –la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp– informó también la anulación de 11 mil plazas, el equivalente a 13 por ciento de su plantilla laboral.
Semanas atrás, en septiembre, el director general de Twitter, Jeff Lawson, dio a conocer que la red social quitarías tres mil 700 puestos de trabajo, ya que la plantilla había crecido “demasiado rápido y sin suficiente enfoque”.
Netflix, el gran caso de éxito durante la pandemia y gran vencedor de Blockbuster, debió echar mano de 300 trabajadores, mientras que Spotify –el futuro de la industria musical– reduciría sus contrataciones en 25 por ciento.
Microsoft recortaría a 1 por ciento de sus 180 mil trabajadores, Intel a 20 por ciento, Cisco a cuatro mil cien y Apple –la empresa más valiosa del mundo– despediría a cien reclutadores.
Sin embargo, los despidos no quedaron ahí. La tijera también llegó a los sectores financiero, automotriz, educativo, de recursos humanos, de transporte, de medios de comunicación y de autoservicio.
LA PUNTA DEL ICEBERG
Desde luego que estos no fueron ni por asomo los únicos recortes de personal, en el año recién concluido, y la plataforma Layoffs lleva una minuciosa estadística al respecto.
Números de esta firma muestran que, solo en 2022, un total de 971 empresas de tecnología despidieron a 150 mil 762 empleados, pero si el recuento se hace desde la irrupción de la pandemia, entonces son mil 498 empresas las que han dejado sin empleo a 246 mil 753 personas.
La mayoría de las firmas no son famosas y ni se habla de ellas en la prensa de negocios. Por ejemplo, Carvana (del sector del transporte) despidió a mil 500 empleados, DoorDash (del sector de alimentos) recortó mil 250 plazas, Kraken (de criptomonedas) desapareció mil cien puestos de trabajo.
En algunos casos, los recortes fueron más discretos, como en Patreon, la aplicación que permite a los creadores de contenido digital –particularmente en YouTube– monetizar su creatividad y hacerse de ingresos. Aquí solo fueron cinco trabajadores, pero no hay que olvidar que muchos de estos emprendimientos nacieron en cocheras y se catapultaron como casos de éxito del Silicon Valley.
Cabe aclarar que el recuento de Layoffs no se centra únicamente en Estados Unidos, también incluye a ciudades como Londres, Berlín, París, Tel Aviv, Lisboa, Oslo o Sao Paulo.
México no aparece en el listado, a pesar de que se habría visto afectado por los despidos de Twitter, concretados el 4 de noviembre, cuando muchos trabajadores, mediante correo electrónico, se enteraron de su nueva condición de desempleados.
“El recorte también afectó a la plantilla de Twitter México, cuya oficina cerró”, reportó el periódico El Financiero.
¿ALERTA A TIEMPO?
Durante 2022, los analistas debatieron largo y tendido sobre la posibilidad de que se registrara una recesión en la economía estadounidense, la cual tendría obvias repercusiones en la de por sí débil economía mexicana.
Algunos de esos analistas argumentaban que, si bien la economía estadounidense había registrado dos trimestres con tasas de crecimiento negativas –lo que los economistas llaman una recesión técnica–, no se podía hablar de una recesión debido a la fortaleza del mercado laboral.
Incluso, por esa fortaleza, se explicaba el incremento –“histórico”, dirían en Palacio Nacional– en los envíos de remesas a México, que ya eran el principal ingreso de la economía nacional.
Dicho de otra forma, para los mexicanos ya era más fácil conseguir empleo en Estados Unidos que en su propio país.
¿Esta extendida serie de recortes impactará el mercado laboral de Estados Unidos y precipitará una recesión?
¿El envío de remesas hacia México continuará con la misma fortaleza con semejante nivel de despidos?
Apenas inicia 2023 y estas interrogantes ya generan gran incertidumbre.
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