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Cifras de las propias dependencias de salud exponen que durante el 2021 solo se programó la aplicación de 12.7 millones de vacunas antirrábicas para perros y gatos en el país: 6.3 millones de dosis por debajo del promedio anual que se estableció en el Programa de Acción Específico, Prevención y Control de Enfermedades Zoonóticas y Emergentes 2020-2024
Es decir, aproximadamente, 1 millón 100 mil dosis menos que las aplicadas la primera semana nacional de vacunación antirrábica canina y felina en 2015.
Esta disminución de dosis pudo haber repercutido en habitantes de diferentes regiones del país, como la joven nayarita de 29 años, la cual estuvo internada en noviembre del 2022, tras ser atacada por su gato que no estaba vacunado contra la enfermedad.
De acuerdo con un artículo, publicado en mayo del 2022, en la revista Salud Pública, la vacunación masiva y gratuita de perros inició en 1990 con el objetivo de interrumpir la transmisión de la rabia de los perros a las personas.
Actualmente, la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina (SNAV-C) es planeada anualmente por la Secretaría de Salud Pública (SSP) y los servicios estatales de Salud. En ella miles de voluntarios en todo el país aplican cerca de 20 millones de dosis de VAR-CF.
Gracias a este esfuerzo, el texto expone que desde 2005 no se registraban casos de rabia humana transmitida por mordedura de perro, lo que le valió al país un reconocimiento por la Organización Mundial de la Salud.
Pero la rabia no solo puede ser transmitida por perros y gatos, según expertos, otras especies como murciélagos, mapaches, ratas y ardillas también son portadoras de la mortal enfermedad.
En este sentido, en 2019, el gobierno de México aseguró que se encontraba revisando las recomendaciones del grupo de expertos de rabia de la OMS, referentes a mejoras en la profilaxis prexposición (PrEP), ya que al aplicarla por vía Intradérmica en personas que viven en áreas rurales de difícil acceso y con presencia de murciélago se pretendía evitar defunciones por esta enfermedad.
Sin embargo, los esfuerzos no fueron suficientes, pues para finales de 2022, en Oaxaca se presentó el segundo caso de rabia en el año; tres hermanos, de siete, ocho y dos años de edad fueron ingresados en un hospital con sintomatología de rabia, tras haber sido atacados por un murciélago a principios de diciembre.
Dicho caso tuvo un saldo de dos menores muertos. Por su parte, el gobierno federal señaló en 2019 que del 100% de las defunciones por rabia, se observó que el común denominador ha sido no acudir a solicitar la atención medica-antirrábica de manera inmediata.
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