¿Neta, conoces la actividad cerebral humana?

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Perla Harriet Ernest

Cuando yo tenía 15 años, varias veces –a causa de mi tartamudez– me cuestioné para qué había nacido (quizá también tú lo has hecho). Mas de una ocasión dije que no quería ser una tartamuda fuera de control para luego, ser controlada. Durante esta etapa de mi vida atacaba mentalmente, me escondía o deprimía, sin embargo, cuando comprendí el poder de mi mente, transformé una condición crónica al lenguaje fluido de mi alma. Y, desde 2011 decidí formar a otras personas con tal limitación, a una nueva perspectiva de vida que abarca relaciones, salud, comunicación y profesión. Por experiencia propia, estoy convencida que la intención interna y externa (pensar y hacer) es la clave para tener lo que se desea.

Todas las funciones corporales, los procesos físicos, la liberación de hormonas y sustancias químicas están registradas, consciente o inconscientemente por nuestro cerebro, que activa diferentes respuestas en función del nivel de amenaza o seguridad que detecta dentro, fuera y alrededor de nosotros. Algunas respuestas del sistema nervioso son autónomas, es decir automáticas. El cerebro funciona de manera intuitiva para mantenernos vivos por ejemplo: respirar, la actividad del corazón, la digestión, etc.

A través del nervio vago que es el vínculo principal entre el cerebro (mandar) y el cuerpo (ejecutar), nuestro organismo realiza sus funciones pues la mayoría de las fibras del mencionado nervio –por increíble que parezca– van hacia arriba; o sea, del cuerpo al cerebro.

El cerebro recibe más mensajes del cuerpo que los que envía, por lo que CREA un historial para darles sentido; no obstante, dicho historial a menudo, es incorrecto.

Consideremos que, al ser autónomo el sistema nervioso tiene la capacidad de resolver situaciones cuando se le aporta percepción y conciencia. Tenemos la oportunidad de regularlo, lo que permite un auto empoderamiento donde el libre albedrío responde a ciertas particularidades, por lo tanto el sistema nervioso no elige por nosotros; es indispensable sintonizar con el cuerpo para encontrar la solución a los estados de estrés-

Cuando el sistema nervioso se encuentra alterado por la tensión, el intelecto se desconecta y el cerebro –como medida de supervivencia altamente emocional– entra en acción; ejemplo: la mayoría hemos experimentado el enojo al grado de no dar una respuesta sabia o acertada ante determinada circunstancia.

A menudo permanecemos atrapados por periodos prolongados de ansiedad y/o angustia, con la consecuencia lógica de la perdida de la salud fisica o emocional por ello es, indispensable lograr que el sistema nervioso trabaje con y para nosotros, permitiéndonos el manejo de la vida y sus circunstancias mas fácilmente. Al momento de lograrlo es como si tuvieras tu propio “super poder”.

El conocimiento y ejecución adecuado del funcionamiento de nuestro sistema nervioso, nos hace expertos para recuperarnos de cualquier circunstancia y alinearnos a nuestra etapa actual de vida.

Perla Harriet Ernest

Visionaria y fundadora

Experta en comportamiento humano Comunicación intercultural Transformar la tartamudez al lenguaje fluido de tu alma