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El Producto Interno Bruto (PIB) de la primera economía mundial se contrajo a una tasa anualizada del 0.6%, frente al preliminar de 0.9%
La economía de Estados Unidos se contrajo a un ritmo más moderado de lo que se pensaba inicialmente en el segundo trimestre, ya que el gasto de los consumidores mitigó parte del lastre de una fase más lenta de acumulación de inventarios, disipando el temor a que el país se encuentre en recesión, consigna información de Reuters fechada en Washington.
Así lo subrayó un informe del Departamento de Comercio del jueves, que también mostró que la economía creció de forma constante el pasado trimestre si se mide desde el punto de vista de los ingresos, lo que encaja con recientes y sólidos datos sobre mercado laboral, ventas minoristas y producción industrial.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la primera economía mundial se contrajo a una tasa anualizada del 0.6% el trimestre pasado, dijo el jueves el Departamento de Comercio en su segunda estimación del PIB, que revisó un cálculo previo de una baja del 0.9%. A tasa anual, la economía había retrocedido un 1.6% en el primer trimestre.
Los economistas encuestados por Reuters esperaban que el PIB se revisara ligeramente para mostrar una caída de la producción a una tasa del 0.8%.
Si bien dos disminuciones trimestrales consecutivas del PIB cumplen con la definición estándar de una recesión técnica, las medidas más amplias de la actividad económica sugieren un ritmo lento de expansión en lugar de una recesión.
Fortaleza
La economía estadounidense sigue en terreno firme.
Las ventas minoristas subyacentes fueron mucho más fuertes de lo que se informó inicialmente en mayo, y esa fortaleza persistió durante junio y julio. La producción industrial alcanzó un máximo histórico en julio, mientras que el gasto empresarial en equipos fue sólido.
El mercado laboral sigue produciendo puestos de trabajo a un ritmo acelerado. Una medida alternativa de crecimiento, la renta nacional bruta, o RNB, aumentó un 1.4% en el segundo trimestre. La RN, que mide los resultados de la economía desde el punto de vista de los ingresos, había crecido a un ritmo del 1.8% en el primer trimestre.
El promedio del PIB y la RNB, también denominada ingreso interior bruto, aumentó a un ritmo del 0.4% en el periodo abril-junio, frente al 0.1% del primer trimestre.
El lado de la renta del crecimiento se vio impulsado por la fortaleza de las ganancias empresariales y el aumento de los salarios en el contexto de un mercado laboral con una oferta restringida.
La Oficina Nacional de Investigaciones Económicas, el árbitro oficial de las recesiones en Estados Unidos define una recesión como “una disminución significativa en la actividad económica que se extiende por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el empleo, el ingreso real, y otros indicadores”.
La otra cara
Sin embargo, el riesgo de una recesión ha aumentado a medida que la Reserva Federal sube agresivamente las tasas de interés para enfriar la demanda a fin de frenar la inflación, lo que presiona la confianza tanto de las empresas como de los consumidores.
El banco central estadounidense ha subido su tasa de política monetaria 225 puntos básicos desde marzo. El discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, del próximo viernes durante la conferencia anual de banca central mundial de Jackson Hole en Wyoming podría arrojar más luz sobre si el banco central puede diseñar una desaceleración económica sin desencadenar una recesión.
El mercado laboral es una pieza clave de ese rompecabezas. Aunque las industrias sensibles a las tasas de interés, como la vivienda y la tecnología, están despidiendo trabajadores, aún no se han materializado los recortes de empleo de base amplia, lo que deja el mercado laboral en general ajustado.
Otro informe, del Departamento de Trabajo, mostró el jueves que las solicitudes iniciales de beneficios estatales por desempleo cayeron en 2,000, a un nivel desestacionalizado de 243,000 para la semana que finalizó el 20 de agosto.
La cantidad de personas que reciben beneficios después de una semana inicial de ayuda se redujo en 19,000 a 1.4 millones durante la semana que finalizó el 13 de agosto. Los llamados pedidos continuos, un indicador de la contratación, cubrieron la semana durante la cual el Gobierno encuestó a los hogares para conocer la tasa de desempleo de agosto.
La tasa de desempleo bajó a un mínimo previo a la Pandemia en 3.5% en julio, desde el 3.6% de junio. Había 10.7 millones de vacantes a fines de junio, o 1.8 por cada trabajador desempleado.