Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 17 segundos
De acuerdo con el analista Ramsés Pech, con los ajustes a los combustibles ahora la gasolina estadounidense será más barata que la mexicana.
La decisión del gobierno de Andrés Manuel López obrador de dejar de cobrar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) e incluso aplicar un subsidio al precio de las gasolinas, tuvo un costo de 261,000 millones de pesos, de acuerdo con el experto y analista Ramsés Pech.
Como se recordará, el gobierno de México tomó esta decisión como una consecuencia directa de la invasión rusa a Ucrania, que provocó una fuerte escalada de los precios internacionales del petróleo.
Estos incrementos provocaron, a su vez, un fuerte aumento en los precios de las gasolinas en varios países. Sin embargo, en México se decidió aplicar los recursos excedentes por el precio del barril de crudo, en aplicar el estímulo a fin de que las gasolinas no generaran una mayor inflación.
Sin embargo, el experto en materia energética, Ramsés Pech, cuestionó: “¿Cuánto costó al erario dejar de cobrar el IEPS más el estímulo complementario (subsidio) a los combustibles? Alrededor de 261,000 millones de pesos, en referencia a las demanda observadas de combustibles de marzo a agosto de 2022”.
De ese monto, 101,000 millones de pesos habrían correspondido a subsidios y los 160,000 millones restantes a dejar de cobrar el IEPS a los usuarios de las gasolinas.
El experto recordó que, a partir de mañana, los consumidores volverán a pagar el IEPS a los combustibles, lo que se traducirá en un incremento de 32.30 centavos por litro en la gasolina regular y de 1.26 pesos por litro en la gasolina premium.
Esto, como una consecuencia directa de que las cotizaciones del petróleo se han ubicado ya por debajo de los 100 dólares por barril y, específicamente el crudo del Oeste de Texas (WTI) se ha ubicado entre los 88 y los 92 dólares por barril.
Sin embargo, dado que en Estados Unidos los precios de los combustibles responden directamente a las cotizaciones petroleras, la gasolina mexicana —que durante algunos meses fue incluso más barata que la estadounidense— ahora será 1.30 pesos por litro más cara que la del vecino del norte, específicamente entre la frontera Reynosa-Matamoros y el Valle de Texas.
“¿Ahora nos tocará a nosotros ir a cargar el combustible del lado de nuestro vecino?”, cuestionó Ramsés Pech.
Por Raúl Castro-Lebrija