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Los operadores están recortando su estimado de alza en tasas, con un creciente temor de los mercados sobre una desaceleración económica, o incluso recesión.
Los operadores están recortando sus apuestas sobre hasta dónde podrían subir las tasas de interés los bancos centrales en este ciclo, lo que refleja el creciente temor de los mercados financieros a una desaceleración económica que pueda derivar incluso en recesión.
Datos del jueves mostraron que el crecimiento de la actividad empresarial en EU y la zona euro se desaceleró mucho más de lo previsto durante junio, lo que hizo caer los rendimientos de los bonos en el mercado de dinero.
Entre las noticias más recientes que impactan el panorama, Alemania activó la fase de alarma de su plan de gas de emergencia en medio de advertencias de una recesión si se detiene el suministro energético ruso. El miércoles anterior, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, dijo que el banco estaba comprometido a frenar la inflación, incluso con el riesgo de una desaceleración del crecimiento.
Estrategias
Los mercados monetarios ven ahora que las tasas de interés estadounidenses alcanzarán un máximo de alrededor del 3.4% el próximo marzo, por debajo del nivel de un poco más del 4% previsto para junio de 2023, antes de la reunión de la FED del pasado miércoles. Dado que se espera que las tasas de interés se sitúen en torno al 3.3% en diciembre, la implicación es que la FED no podrá subir mucho el próximo año.
“La tasa terminal está bajando porque a la gente le preocupa que el crecimiento se debilite más rápido de lo esperado”, dijo Seema Shah, estratega jefe de Principle Global Investors en Londres.
La FED subió las tasas de interés en 75 puntos básicos la semana pasada tras una aceleración de la inflación en Estados Unidos en mayo. Sus proyecciones mostraron que el endurecimiento de la política monetaria debería desacelerar la economía notablemente en los próximos meses.
¿Recesión?
Los bancos de inversión también han elevado sus estimaciones para la probabilidad de una recesión.
Otra señal de que los temores de recesión se apoderan de los inversores es que los mercados monetarios prevén efectivamente un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal después de marzo de 2023, mucho antes de lo previsto por los responsables de la política monetaria.
En cuanto a la zona euro, el tipo terminal del Banco Central Europeo se sitúa en torno al 1.8% en julio de 2023, frente al 2.6% en septiembre de 2023 previsto el martes pasado. Para el Banco de Inglaterra, ahora se espera que las tasas alcancen un máximo de alrededor del 3% en mayo próximo, frente a la opinión del lunes pasado de que llegarían al 3.6% en agosto de 2023.
Las apuestas a menores tasas de interés finales también pueden reflejar la opinión de que un ajuste a la baja en los precios de la energía aliviará las presiones en el índice general.
Si bien las alzas decretadas por la FED en las tasas de interés desde junio de 2021 aumentan el riesgo para una recesión, “eso también significa que la Reserva Federal estadounidense no subirá los tipos tan rápido como podría, así que hay un argumento circular”, dijo Shah.
Por lo pronto, las expectativas de inflación han disminuido en los mercados, con el umbral de rentabilidad a cinco años en Estados Unidos registrando el nivel más bajo desde febrero pasado, en un 2.7%.
Mientras que los precios del gas en Europa han subido, los futuros del crudo Brent han caído casi un 9% desde el pasado lunes, quizás porque los temores al crecimiento empiezan a eclipsar los límites de la oferta. Los precios no están lejos de los mínimos de mediados de mayo que se alcanzaron el miércoles