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Al 31 de diciembre pasado, el notorio deterioro en la calidad de activos de Bancomext, Banobras y Nafin respondió a su exposición en Altán Redes.
La unidad local de la agencia de riesgos crediticios Moody´s Investor Service dijo en un escrito fechado el 17 de junio y distribuido este lunes que el acuerdo alcanzado entre la empresa Altán Redes y sus acreedores podría convertirse en una solución de mediano plazo para la salud financiera de la banca de desarrollo.
“Los recursos obtenidos a través de un crédito DIP (Debtor in posesión, por sus siglas en inglés) permitirán garantizar la continuidad y seguridad en las operaciones y servicios de la empresa…en el corto plazo, da viabilidad financiera a Altán Redes, lo que a mediano plazo puede convertirse en una solución a la exposición que ya tenían estos bancos en este proyecto”, sostuvo la firma Moodys Local.
El 10 de junio pasado, Altán, encargada de diseñar, desplegar, operar y comercializar la Red Compartida de Internet mediante la tecnología 4.5G, principalmente, anunció que había alcanzado un acuerdo con sus acreedores para financiar poco más de 388 millones de dólares (mdd) dentro de un proceso de Concurso Mercantil al que está sujeto desde finales de 2021.
Los bancos Nacional de Comercio Exterior (Bancomext); Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), y Nacional Financiera (Nafin) aportarán el 41% del financiamiento.
Con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) Moodys Local indica que la morosidad de Bancomext, Banobras y Nafinsa se elevó marcadamente entre septiembre y diciembre del año pasado debido al factor Altán.
En el caso de Bancomext el índice pasó de 2.4% a 3.6%; el de Banobras, de 0.6% a 2%, mientras que el de Nafin lo hizo de 0.6% a 2.8%. Las reservas contra créditos (etapa 3) de Banobras, Bancomext y Nafin se ubicaron en 116.4%, 115% y 264.3% a marzo pasado.
La estructura DIP le dio a la banca de desarrollo mecanismos y derechos corporativos facilitando el cobro de créditos, así como el contar con garantías sobre la nueva exposición incremental, como el uso de colaterales hechos con acciones de la empresa, entre otros, menciona Moodys.
La nueva estructura, sin embargo, orilla a la banca de desarrollo mexicana a ampliar su exposición frente a la entidad emproblemada, donde los créditos otorgados originalmente no gozan de las ventajas y derechos corporativos de los créditos bajo la estructura DIP.
“En el mediano y largo plazo, el impacto en el crédito para los tres bancos dependerá de qué tan eficiente es la gestión del Gobierno mexicano y la viabilidad de Altán Redes”, advierte la agencia.