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El organismo alertó que el mundo atraviesa una senda de menor crecimiento y una inflación pronunciada, por los nuevos confinamientos y la guerra.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, por sus siglas en inglés) alertó el miércoles que el mundo está pagando un alto precio por la guerra de Rusia contra Ucrania, que, junto con la política “COVID cero” de China, empujará a la economía a una senda de un menor crecimiento combinada con una inflación elevada, condiciones no vistas desde la década de los 70´s del siglo pasado.
“La economía global se debilita drásticamente en nuestras proyecciones”, consignó el organismo internacional, para el cual el crecimiento del PIB global colocará en 3% al término de 2022, muy por debajo del 4.5% proyectado en diciembre pasado. En el caso de México, la expectativa se ajustó de 2.3% a 1.9%.
Al presentar sus Perspectivas Económicas de junio, el organismo aseveró que los resultados se vieron impactados por el freno que significa la guerra para la recuperación global, acentuadas presiones inflacionarias, y una crisis humanitaria que provocará riesgos inclusive de hambruna y aumento de la pobreza.
“Antes de la guerra, la economía mundial se había embarcado en una recuperación fuerte, aunque dispar, tras la crisis del COVID-19.
“El conflicto en Ucrania y perturbaciones en la cadena de suministro, agravadas por los cierres de empresas y fábricas en China en el marco de la política de “Covid Cero”, están asestando un duro golpe a la recuperación”, sostuvo.
Para 2023 el estimado de crecimiento de México coloca en 2.1%, desde el 2.6% del pronóstico anterior. El crecimiento global para el año siguiente se ubica ahora en 2.25%.
Ahora la OECD prevé que la mayor economía mundial y el principal socio comercial de México, EU, crezca a una tasa de 2.5% en este año y apenas 1.2% durante 2023.
Las proyecciones de inflación global de la OECD alcanzan ahora niveles de 9% entre sus países miembros, un total de 27 incluyendo economías desarrolladas, como Estados Unidos o la Zona Euro, o emergentes, como México o Turquía. La carrera de precios hacia una tasa de 9% es el doble de lo proyectado anteriormente.
México e inversión
Hacia adelante el crecimiento para México será “moderado”, advierte el organismo internacional.
Al igual que lo hizo en su entrega de febrero, cuando actualizó sus perspectivas de diciembre de 2021, la OECD señala que México debe mejorar la regulación aplicable a las empresas, reduciendo las cargas administrativas y los costos para abrir y formalizar empresas, elemento que “contribuiría” a aumentar la inversión y la creación del empleo formal.
Otro punto fundamental, recalcó, es garantizar la independencia de los organismos reguladores, incluyendo los relacionados con la competencia. Desde el principio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, expertos han apuntado que la política pública se inclina a desaparecer la autonomía de los reguladores.
Respecto al Sector de Energía que opera en México, desde el inicio de sexenio sujeto a reformas para favorecer la rectoría del Estado, la OECD señaló de necesario garantizar los contratos existentes, tanto para inversionistas nacionales como extranjeros, además de la seguridad jurídica en los contratos existentes; la estabilidad regulatoria, señala, “ayudaría a impulsar las inversiones”.
La política monetaria dirigida por el Banco Central, por su parte, deberá seguir “endureciéndose” para así mantener ancladas las expectativas de inflación. El mercado está en espera de un incremento histórico en la tasa referencial del país, de 75 puntos base, en la próxima reunión de política que el Banco de México tiene programada para el 23 de junio próximo.
La expectativa de inflación para México de 2022 pasó de 4.4% en diciembre, a 6.9% actualizado a junio.
“La guerra en Ucrania ha hecho desaparecer las esperanzas de ver pronto el final del aumento de la inflación observado en la economía mundial en 2021 y principios de 2022, (también) a causa de cuellos de botella en las cadenas de suministro asociados al COVID-19”.
Fantasma
La OECD alertó que la escalada en los precios de bienes y servicios, impulsada por los fuertes incrementos de la energía y los alimentos a nivel mundial, especialmente, está causando privaciones a las personas de bajos ingresos, a la par que plantea graves riesgos para la seguridad alimentaria en las economías, con más pobres en el mundo.
“La inflación elevada en todo el mundo está erosionando el ingreso disponible real y el nivel de vida de los hogares y, a su vez, reduciendo el consumo”, advirtió el organismo al tiempo que apuntó que la propia incertidumbre, paralelamente, “está disuadiendo la inversión empresarial y amenazando con frenar la oferta en los próximos años”.
Refrendó que la política de COVID cero instrumentada por China ante las nuevas oleadas del virus que derivó en Pandemia hace dos años continúa pesando sobre las perspectivas globales, reduciendo el crecimiento interno del gigante asiático e interrumpiendo las cadenas de suministro globales.
Junto con la guerra pasarán factura que se traducirá en un descenso del ingreso per cápita y a menores oportunidades de empleo para las personas.
“En principio, el alivio gradual de las presiones de las cadenas de suministro y de los precios de las materias primas, así como el impacto del alza de los tipos de interés, empezarán a notarse en 2023, aunque se prevé que la inflación subyacente se mantenga en torno a los objetivos de los bancos centrales, o por encima de ellos, para finales de año, en muchas de las principales economías”