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En México, los ciudadanos gastan 9 mil 500 millones de pesos en los actos de corrupción durante los pagos, trámites o solicitudes de servicios públicos, entre otros contactos. El consuelo podría ser que esta cifra se redujo casi 33% respecto a 2019, sin embargo, en un país al que le urge imponer el estado de derecho, decir que cada ciudadano gasta poco más de tres mil pesos en este tipo de conductas en algún nivel del sector público es injustificable.
Los datos anteriores son algunos de los resultados que arrojó la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2021 aplicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En materia de corrupción, la ENCIG revela que el 86% de los mexicanos considera que los actos de corrupción son frecuentes, además, 14 de cada 100 ciudadanos fue víctima de un acto de este tipo.
Por estados, los peor calificados fueron Ciudad de México, Estado de México, Michoacán, Oaxaca, y Quintana Roo, en todos estos el 90% o más de las personas consideraron que la corrupción es frecuente. En tanto, que los “mejor” calificados fueron Yucatán con 74% y Querétaro con 64 por ciento. En Baja California, Durango, Puebla, Quintana Roo, Estado de México, Veracruz y Sonora entre 17 y 19 ciudadanos de cada 100 fueron víctimas de actos de corrupción, por su parte en Baja California Sur, Colima, Querétaro y Zacatecas este número fue de entre 5 y 8 por cada 100 habitantes.
En cuanto a nivel de confianza es natural que el mejor indicador sea para las personas de la familia, con 87%, seguido de las escuelas públicas de nivel básico, universidades públicas, compañeros de trabajo y vecinos, y aquí destacan el ejercito y la marina con un 71%. En un empate técnico y a la mitad del camino están el gobierno federal, las instituciones electorales y los medios de comunicación, con 54, 53 y 51%, respectivamente. Hasta la fila, quedaron partidos políticos, policías, diputados y senadores, ministerios públicos y sindicatos todos por debajo del 40 por ciento.
