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El gobierno debe cambiar de actitud hacia la inversión privada, particularmente en el sector de energía y en industrias relacionadas con Estados Unidos, y facilitar con ello el crecimiento de la economía, consideró el organismo.
La economía mexicana está estancada, por lo que el gobierno debe cambiar de actitud hacia la inversión privada, a fin de favorecer el flujo de recursos y promover el crecimiento, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis económico semanal, el organismo alertó que “el indicador global de la actividad económica (IGAE) está prácticamente estancado: en febrero se mantuvo sin cambio”.
Esto, porque “la inversión, el principal motor del crecimiento, sigue a la baja: en febrero cayó 3.0% respecto al mes previo, lo que si bien permitió un incremento anual de 1.5%, se sitúa 15% por debajo de su nivel de julio del 2018”.
El CEESP también se dijo preocupado por la evolución de la inversión por parte del gobierno.
“En el primer trimestre del año se canalizaron 152.5 mmp a inversión física, monto que resultó 8.0% menor al del mismo periodo del año pasado y 33% inferior a lo programado. Evidentemente, esto contrasta con el aumento de 17.7% que se planeó en el Presupuesto de Egresos para la Federación (PEF) para todo 2022”.
Por lo anterior, el CEESP insistió en “la necesidad de que el gobierno adopte una actitud más amigable ante la inversión privada nacional y extranjera en todos los sectores, y particularmente en energía, y aquellos complementarios con la industria en los Estados Unidos. Esto último para acelerar el aprovechamiento de las ventajas de la relocalización de actividades globales y las de ese país”.
“Desde luego, también se debería reactivar la inversión pública en programas con rentabilidad económica y social y de infraestructura pública que permitan bajar los costos de la actividad económica”, añadió.
El organismo reiteró que, en el actual entorno, “ayudaría, sin duda alguna, un cambio de actitud del gobierno y la realineación de sus objetivos a facilitar la inversión y el crecimiento y, así, permitir una mejora sostenible del bienestar de los hogares”.
Por Raúl Castro-Lebrija