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En Noruega, el pasado 13 de mayo, legisladores decidieron revertir la decisión de prohibir la actividad informática – conocida como minería – que permite generar posiciones en criptomonedas a partir de la resolución de problemas matemáticos y la generación de bloques. La noticia fue un respiro para la compleja industria de los activos digitales que busca competir con las inversiones en activos productivos y que desde inicios de mayo vive una de sus caídas más pronunciadas en medio de cuestionamientos sobre su sustentabilidad y una larga batalla por su intento uso de electricidad.
Los legisladores noruegos – sobre todo los del partido Rojo, identificado con la corriente de izquierda en el Parlamento, impulsaron una iniciativa para endurecer las leyes con los llamados “mineros” de criptomonedas que encontraron en ese país famoso por sus reservas petroleras y por la acumulación de más de mil millones de dólares en su fondo soberano constituido con sus excedentes por la venta del hidrocarburo.
En Noruega, frente a la embestida de lesgisladores estadounidenses que cuestionaron su consumo irracional de electricidad, los mineros de criptomonedas encontraron costos atractivos para la energía y electricidad que necesitan sus poderosos servidores. Sin embargo, los legisladores del partido Rojo buscaban a principios de año que el gobierno, bajo la responsabilidad de su primer ministro Jonas Gahr Store, siguiera el camino de Suecia y Nueva York para imponer restricciones a la extracción de activos digitales que involucran altas emisiones de carbono.
Aunque el Partido de Centro en Noruega había apoyado este endurecimiento contra los mineros de criptomonedas, en el Parlamento el partido Rojo no logró el apoyo necesario para prohibir la minería de activos digitales como Bitcoin. Sólo dos terceras partes del Parlamento apoyaron la propuesta.
En Suecia, el sector financiero, el sector bancario tradicional, manifestó su inconformidad ante el impacto climático que impone la extracción de criptomonedas. Su prohibición, argumentaron los banqueros suecos, contribuiría a que se cumpliera el Acuerdo Climático de París. Las criptomonedas, en su opinión, deben contar con protocolos que las conviertan en activos sustentables.
En una carta a la Unión Europea, representantes del sector financiero en Suecia aseguraron que los poderosos ordenadores que se usan para la minería dirigida a la resolución de problemas matemáticos usan mucha energía, por lo que se están usando fuentes de electricidad no sustentables. En Noruega, además, el gobierno ha impulsado el uso de energía renovables (hidroeléctricas) con tarifas que buscan incentivar su uso, por lo que los mineros de criptomonedas se están viendo beneficiados por esta política. Hasta qué punto, entonces, los mineros de activos digitales son receptores de los recursos públicos dedicados a combatir el cambio climático y a generar energías limpias.
Así el pasado 10 de mayo, el Parlamento Noruego aprobó la prohibición y la posibilidad de incrementar un impuesto a la electricidad para los mineros de criptomonedas.
Antes, en Nueva York ya se aprobó una moratoria para la minería de cripto activos, también conocido como el proyecto de ley “anti tecnológico”, con el que se busca acelerar la transición de los mineros a energías renovables.
Fue la legisladora del Distrito 125 del Estado de Nueva York, Anna Kelles, quien también presentó una iniciativa contra la moda rápida y su impacto ambiental, el actor principal en esta moratoria para suspender licencias y renovaciones de permisos para operar plantas para la generación de electricidad a base de carbono, de combustibles fósiles. La compañía Greenridge Generation encabezó la lista de empresas contra las que Kelles presentó quejas. Esta compañía, según la legisladora, podía extraer un bitcoin a un precio de 22 dólares por Megavatio hora (MWn), lo que significaría, según la queja de Kelles, un costo hasta cinco veces menor pagado por los residentes de Estados Unidos. Otra empresa afectada por esta moratoria es la compañía CoinMint que debió trasladar su sede a Puerto Rico.
Un informe del MIT Technology Review liberado el pasado 18 de abril estableció Cómo la minería de Bitcoin devastó a la ciudad de Nueva York. El reporte concluyó que la actividad de los mineros de criptomonedas generó que los recibos de electricidad para las pequeñas empresa aumentaran en más de 165 millones de dólares mientras que los consumidores tuvieron que pagar más de 79 millones de dólares más.
https://www.technologyreview.com/2022/04/18/1049331/bitcoin-cryptocurrency-cryptomining-new-york/
En México, en el estado de San Luis Potosí, la Policía Cibernética descubrió que lo servidores y las instalaciones eléctricas del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (CONALEP) fueron utilizado para una operación clandestina de minería de datos. La directora del CONALEP denunció el uso de recursos públicos luego de que recibió una factura de 50 mil pesos por energía eléctrica cuando antes pagaba 5 mil pesos. La operación de minería en ese plantel de educación técnica se realizaba durante 24 horas de forma ininterrumpida.