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El presidente propondrá que los magistrados electorales y los consejeros del INE sean electos por voto directo de la población. Quien obtenga la mayor cantidad de votos sería el consejero presidente del órgano electoral.
Una vez que pase la consulta para la revocación de mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que mandará a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional en materia electoral.
Adelantó que propondrá que los tres poderes de la unión presenten a 20 candidatos “ciudadanos, verdaderamente independientes, de inobjetable honestidad” a consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Más tarde, serán los ciudadanos quienes decidirán mediante voto directo a quienes deben integrar ambos organismos. Quien obtenga la mayor cantidad de votos sería el consejero presidente del INE.
Se buscará que, en el proceso, la mitad de los consejeros y magistrados sean hombres y, evidentemente, la otra mitad mujeres.
“Pasando el 10 de abril vamos a enviar una iniciativa de reforma a la Constitución para garantizar la democracia en México, que ya no haya jueces con actitudes tendenciosas en lo electoral. Esto es, que no haya consejeros, que no haya magistrados que no tengan vocación democrática y también que se garantice el voto libre y secreto; que no haya fraudes electorales”, manifestó el mandatario.
“Tenemos que dejar consolidada la democracia —añadió— y vamos presentar esa iniciativa y lo vamos hacer con la participación de todo el pueblo”.
Esta sería la segunda reforma constitucional propuesta por López Obrador hacia final de su administración. La primera fue la reforma eléctrica, cuya discusión ya inició en la Cámara de Diputados y —según la estimación de López Obrador— sería votada en el próximo mes de abril.
Cabe recordar que, al ser una reforma a la Constitución, ésta debe ser aprobada por una mayoría calificada —dos terceras partes de las cámaras— por lo que no basta con la mayoría simple que tienen Morena y sus aliados PT y el Partido Verde.
La tercera reforma sería la de la Guardia Nacional mediante la cual, el organismo pasaría a control de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Por Raúl Castro-Lebrija