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El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), clave para entender la trayectoria del PIB en México, avanzó en enero pasado +0.4% a tasa mensual, alentado por el desempeño de las actividades secundarias (Sector Industrial) y terciarias (Sector Servicios) que crecieron +1% y +0.2%, respectivamente, lo que contrastó con el retroceso de -2.3% que sufrieron las actividades primarias.
Frente a enero de 2021, el IGAE exhibió un progreso de +1.8% en términos reales. Por grandes grupos de actividades, las secundarias crecieron +4.3%; las primarias, en +1.4% y las terciarias en +0.8%, agregó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al difundir la información el viernes.
Con cifras originales, que no toman en cuenta el efecto calendario y que son las que observa el mercado, el IGAE creció igualmente en +1.8% a tasa anual, con un progreso de +4.3% reportado en las actividades secundarias; de +0.6% en las terciarias y de +0.4% en las primarias.
Los analistas esperaban un progreso de la actividad económica a una tasa de +2.1% para el primer mes del año, con rangos entre +0.6% y +5.1%, y frente al crecimiento de +1.3% mostrado en diciembre, con cifras originales y a tasa anual.
Si bien el avance de +0.4% con cifras desestacionalizadas y a tasa mensual significa que la actividad económica del País se expandió por tercer mes consecutivo, esto sucedió con un menor ritmo, con un crecimiento en diciembre de +0.9 por ciento.
El crecimiento a tasa anual, de +1.8%, sin embargo, colocó arriba del Indicador Oportuno de la Actividad Económica dado a conocer por INEGI en la presente semana, que colocó en +1.6 por ciento.
Para expertos, el progreso que acusa la economía mexicana en los últimos tres meses puede sugerir que el País logró hacer frente a retos en el arranque de año, incluyendo el alza de precios en materias primas e insumos; el aumento de ausentismo laboral debido a la cepa “Ómicron” del Covid-19 y ante la persistencia en las disrupciones en las cadenas de suministro.
“A pesar de las recientes mejorías, creemos que la recuperación se ha rezagado relativo a algunos socios comerciales (por ejemplo EU)”, dijo el banco Banorte.
Con el resultado de enero, la actividad económica coloca -1.7% por debajo del reportado en febrero 2020, antes de que comenzara la crisis sanitaria del coronavirus, y en -3.4% frente al máximo histórico alcanzado en agosto de 2018.
“Revisamos nuestra proyección del PIB 2022 a 2.0%, ante las nuevas disrupciones en la actividad que detonaron los conflictos geopolíticos, y en función de las mayores presiones inflacionarias y un endurecimiento monetario más agresivo a lo previsto anteriormente”, anunció por su parte en un reporte esta mañana el banco Bx+.
Los dos motores que han dado aliento a la actividad económica del País, la Industria y los Servicios, aunque resilientes, perdieron el buen ritmo por los confinamientos obligados por “Ómicron” en sectores como el de transporte y maquinaria y equipo, mientras que la debilidad en la construcción, en la parte Industrial, opacó a la minería.
En el Sector de los Servicios, el impacto de la nueva cepa del coronavirus se observó en la caída del comercio al menudeo, además de una desaceleración en los servicios de transporte y de alojamiento temporal y preparación de alimentos.
“De momento, los datos se encuentran en línea con los estimados de crecimiento para la economía mexicana, que actualmente se encuentran entre 2.2%-2% para 2022”, dijo el banco Intercam en un escrito.