Zona Arqueológica de Teotihuacán… ¿en peligro?

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La incluyen en la lista World Monuments Watch 2022

Vicente Gutiérrez

El turismo, la expansión urbana y la construcción de un nuevo aeropuerto internacional a 15 km de distancia, el de Santa Lucía, causarán varios problemas

“Muchos residentes locales se sienten incapaces de acceder a la oportunidad económica que presenta el turismo y se ven impulsados a ofrecer servicios turísticos en la economía informal, sin regulación. La interrupción del turismo al comienzo de la pandemia de Covid-19 aceleró la tasa de invasión en un área desprotegida fuera del sitio principal que probablemente contenga valiosos restos arqueológicos. Cerca de 40% del terreno en esta zona ya está ocupado por construcciones informales. La construcción de un nuevo aeropuerto internacional a sólo 15 km de distancia probablemente generará más presión turística y de desarrollo en el área”, señaló el World Monuments Fund.

Por su parte, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó  que el World Monuments Watch elige a Teotihuacán para atender su problemática social.

“Un plan maestro, compuesto por proyectos específicos que tienen como objetivo reducir la carga social sobre la Zona Arqueológica de Teotihuacán (ZAT) y beneficiar a las comunidades aledañas, fue elegido por el programa World Monuments Watch (WMW) 2022, lo que permitirá, durante dos años, encauzar una serie de acciones que redundarán a corto, mediano y largo plazos, en la preservación de esta ciudad prehispánica incluida en la Lista de Patrimonio Mundial”.

El programa WMW 2022 está destinado a promover el diseño e implementación de iniciativas de conservación específicas, las cuales incluyen la promoción, planificación, educación e intervenciones físicas en los sitios nominados. Se trata de un programa de procuración de fondos con los que se espera obtener ayuda y cooperación internacional para realizar proyectos de beneficio social regional.

Al respecto, el programa de vigilancia del World Monuments Fund señala que “los acontecimientos recientes en el mundo, han puesto al descubierto el hecho de que ciertos grupos no solo han sido pasados por alto, sino excluidos activamente de la representación en el espacio público y en la toma de decisiones sobre qué debe preservarse y cómo”.

En el documento, se  explica que la condiciones socioeconómicas de las comunidades del Valle de Teotihuacán están impactadas por la dependencia de estas con el turismo del emblemático lugar. El binomio: precariedad = presión sobre el asentamiento prehispánico se exacerbó con la contingencia sanitaria derivada de la COVID-19.

“Muchos de los habitantes de la región buscan una entrada económica para subsistir, y el único punto focal que hay para cubrir esa necesidad es la zona arqueológica. Lo que redunda en invasión de comerciantes y de prestadores de servicios, en algunos casos informales y en otros, ilegales; más de tres mil, los fines de semana en los alrededores y al interior del sitio. Así, sola, la Zona Arqueológica de Teotihuacán está conteniendo este problema social”.

Directivos del sitio arqueológico han comenzado a delinear un plan maestro que, sumando a la sociedad civil, el sector privado y público de los tres órdenes de gobierno, puede facilitar romper esa pauperización social, a través de la capacitación y el fortalecimiento de las competencias, a fin de que redunden en una mayor oferta laboral; alineado estrategias y programas de trabajo de cada una de las partes.

“Atajar la problemática social que, a su vez, influye en la mercantilización del sitio patrimonial y su entorno, permitirá que la Zona Arqueológica de Teotihuacán conserve el Valor Universal Excepcional por el que fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial, hace cerca de 35 años”, finalizaron