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Dos indicadores adelantados de la economía, el Imef Manufacturero y el Imef No Manufacturero, revirtieron durante febrero el mal desempeño reportado el mes anterior, en respuesta a una mayor movilidad y a la certeza de la magnitud y severidad de los contagios derivados de Ómicron, aunque no representaron un cambio en la perspectiva de dificultad que enfrenta México.
“La desfavorable inercia del crecimiento observada desde la segunda mitad del año pasado, así como la nueva ola de contagios y decesos por Covid durante las primeras semanas de 2022 y el conflicto geopolítico en Europa del Este, apuntan a que la economía en la primera parte del año continuará mostrando debilidad”, sentenció el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef) al presentar los resultados.
En febrero, el Imef Manufacturero avanzó +2.3 puntos, situándose en las 50.9 unidades, para regresar a una zona ligeramente arriba de la expansión, y a partir de la minusvalía que exhibió en enero.
El indicador Imef No Manufacturero (Sectores Comercio y de Servicios), por su parte, aumentó en +1.5 puntos, en las 50.5 unidades, ligeramente por arriba del umbral de expansión.
Los dos indicadores adelantados se rigen por una variación que oscila en un intervalo de 0 a 100 puntos, donde el nivel de 50 significa el umbral a una expansión, mientras que menos de 50 es el umbral a una contracción de las actividades económicas que mide, las cuales resultan claves para aproximar la trayectoria del PIB.
Con excepción del componente “inventarios”, que colocó en las 55 unidades, los 4 componentes restantes del Imef Manufacturero apenas rozaron en febrero el umbral de los 50 puntos.
Respecto al Imef No Manufacturero (Comercio y Servicios) y con excepción del subíndice entrega de productos, que ajustó -1.8 puntos, cerrando en las 48.7 unidades, el resto de los subíndices, por el contrario, exhibieron una mejor cara frente a enero.
Los buenos resultados de febrero, sin embargo, resultan insuficientes para empezar a hablar de un nuevo panorama.
“…es improbable que el PIB para el 2022 en su conjunto pueda regresar al nivel registrado en 2019”, dijo el Imef, que pone de relieve el caso de la economía de Estados Unidos, la cual pudo recuperar sus niveles previos a la crisis derivada del Covid-19 en tan solo un año. La misma capacidad de respuesta la tuvo México durante la crisis financiera de 2009, recordó la organización.
En 2009 el PIB del País cayó en -5.3% para recuperar un nivel similar al año siguiente. En 2018 la economía mexicana creció en +2.2%, y un año después perdió el ritmo, al contraerse en -0.2%.
Los riesgos para la actividad económica en México hoy continúan concentrados a la baja, resaltó el Imef.
“Entre los componentes de la demanda agregada, la inversión privada registra la recuperación más débil tras la crisis. Sin una mejora importante de la inversión privada, será difícil tener un crecimiento económico robusto”, advirtió.
La inversión empresarial y privada en su conjunto, añadió, no podrá recobrar fuerza sin que mejore significativamente “el ambiente para invertir en el país”.