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S&P Global Ratings dijo el martes que asignó la calificación de “BBB” en escala global a la emisión en moneda extranjera de notas senior no garantizadas propuestas por hasta 2,125 millones de dólares (mdd) de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La emisión se da en medio de una tensa discusión en torno a una iniciativa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre reformar reglas legales y de operación de una de las llamadas “empresas productivas del Estado” a fin de centralizar el mercado, dejarlo bajo la rectoría de la propia CFE y reducir al mínimo la inversión privada.
“Calificamos las notas al mismo nivel que nuestra calificación crediticia de emisor en moneda extranjera en escala global, considerando que las notas no están subordinadas estructuralmente porque contarán con garantías de las subsidiarias de CFE, en línea con las emisiones anteriores”, mencionó la calificadora internacional en un comunicado.
La CFE ostenta también una calificación de “BBB”, a su vez similar a la del Soberano de México desde principios de 2020, lo que significa dos escalones arriba del Grado de Inversión. La Perspectiva de la CFE es Negativa.
La CFE planea utilizar los recursos netos de la emisión para financiar o refinanciar nueva deuda o existente de proyectos verdes o sociales bajo un marco de ESG, es decir, que mide factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. La emisión se dará en dos tramos, con plazos de siete y 30 años, a una tasa de interés fija.
Mientras inician estos proyectos, recuerda S&P, una parte de los recursos de ambos tramos se utilizarán para repagar deuda de la empresa.
La iniciativa de reforma de la Ley de la Industria Eléctrica del Ejecutivo Federal, que deberá ser aprobada por el Congreso mexicano, reduce el papel de la iniciativa privada en un sector que demanda inversiones crecientes.
Implicaciones
El derrotero de la CFE para los expertos de la agencia de riesgos crediticios enfrenta complicaciones.
“Dado el gran programa de gastos de capital de la empresa, especialmente en generación, pero también en los segmentos de transmisión y distribución, esperamos que CFE mantenga un alto nivel de apalancamiento, ya que los flujos de efectivo operativo no serían suficientes y la empresa necesitaría aumentar su deuda”, alertó S&P Global.
La mayor parte de la deuda de la empresa se compone de pasivos por pensiones, arrendamientos y financiamientos tipo Pidiregas, que son de largo plazo.
Además, una parte importante de los activos de la CFE tienen una vida útil de largo plazo, que consiste en turbinas de generación, líneas de transmisión y redes de distribución, subestaciones eléctricas, entre otros, los cuales están denominados en moneda extranjera.
“…un desapalancamiento más significativo de la CFE vendría solo en el caso de inyecciones de capital del gobierno o de la ejecución de ventas de activos no estratégicos; lo que no prevemos que suceda en los próximos años”, resalta S&P.
La incorporación de la nueva deuda producto de la emisión de la oferta de notas senior coloca un índice de deuda neta ajustada a flujos de operación de entre 7.0 y 7.5 veces, mientras que los fondos de operaciones a deuda ubicarían en torno al 10%, en los siguientes 12 a 24 meses, de acuerdo con las proyecciones de la agencia.
Lo anterior, “Con base en nuestros ajustes estándar para la deuda, de alrededor de $660,000 millones de pesos mexicanos (MXN) en pasivos por arrendamientos, y (de) MXN340,000 millones en obligaciones por pensiones”, puntualiza.