Rebote 2021 no alcanzará para reactivar la economía; urge impulsar inversiones en Energía: IMEF 

Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 36 segundos

En una de sus primeras entrevistas tras asumir el cargo, el nuevo presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Alejandro Hernández, afirma que el surgimiento de la variante Ómicron en el último tramo de 2021 está dificultando el desempeño de la economía mexicana, que, sin estímulos suficientes para la inversión, se debilitará aún más en 2022. 

“Conforme están sucediendo algunos eventos en general, los analistas ven una expectativa más débil (de crecimiento) con relación a la anterior. Y la anterior ya venía más débil con relación a la anterior”, señala, sobre la tasa de crecimiento negativa de México a partir de 2019, previo a la Pandemia Covid-19. 

Hernández, contador público con un Master of Business Administration (MBA) por la Universidad de Miami, experto en la gestión de finanzas y la alta dirección y con una especialización en perito en materia contable, de acuerdo con su currículo, dijo que la irrupción de Ómicron trastocó las expectativas creadas poco antes de concluir 2021 para los ejecutivos de finanzas representados en el IMEF, que forman parte de las decisiones de empresas de gran tamaño -algunas públicas-, medianas y hasta pequeñas. 

Afirma que los financieros del país se preparaban para analizar inversiones en lo que llama un “reciclaje productivo” después que en 23 meses de la mayor crisis sanitaria y económica en décadas habían aprendido a replantear procesos productivos, sistemas de distribución, y los bienes y servicios por comercializar en mercados con “nuevos” consumidores, cuyos intereses se han modificado, y donde el papel de la tecnología fue fundamental. 

“En pocos meses, ya no estamos en una inercia de crecimiento”, lamenta Hernández. 

En fechas recientes, expertos y organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), han puesto hincapié en la influencia de las nuevas variantes del coronavirus en la movilidad social y en la marcha de la economía, lo que incluye crecientes presiones en materia de inflación y políticas monetarias restrictivas, en un ciclo donde las economías emergentes, como México, no acaban de despegar. 

“El rebote económico ya terminó; lamentablemente no rebotó hasta donde hubiéramos querido, nos quedamos muy abajo del rebote, esa es nuestra realidad (y) lo que primero queremos saber es si esa es nuestra realidad, o está más abajo (porque), me queda claro que no está más arriba”, indica el presidente entrante del IMEF. 

De confirmarse un cuarto trimestre negativo, de hecho, México se encaminaría a una recesión “técnica” producto de dos trimestres consecutivos de minusvalías.  

Algunos grupos financieros preparan ajustes en sus proyecciones de crecimiento del PIB para este año, por debajo del 2%, tras una expectativa de expansión durante 2021 que se ha reducido de un 6% a un 5.2 por ciento.  

La encuesta de expectativas con especialistas del Sector Privado, el Banco de México (Banxico), arroja que la tasa de crecimiento del PIB en México no rebasará el 2% en los siguientes 10 años. 

Hernández pondera las inversiones anunciadas por el gobierno federal y la Iniciativa Privada en el Sector de Infraestructura que suman tres paquetes millonarios, el más reciente de 260,000 millones de pesos (mdp), a lo que se suman 103,000 mdp de un primer plan anunciado a finales de 2019 y otro más por 156,000 mdp. 

Aunque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha dicho que de un total de 67 inversiones previstas en Infraestructura, 17 proyectos han sido concluidos, especialistas aseguran que el grueso de los casos está estancado al enfrentar una serie de trámites legales o de normatividad. 

“La cantidad es importante; el tema es donde lo estás aplicando”, externa Hernández, del IMEF, sobre la conveniencia que el acuerdo entre la IP y el gobierno federal esté suscrito al desarrollo de obras de infraestructura, dejando al margen inversiones más rentables, donde el componente de sustentabilidad también es promisorio, como el caso del Sector de la Energía. 

Inercial 

Expertos que concurrieron en un foro realizado por la agencia de riesgos crediticios Moody´s Investors Service a finales de noviembre pasado concluyeron que las inversiones en México se han dado de manera inercial en años recientes, donde las del Sector Público tienen un fuerte componente en obras no necesariamente de impacto, como la refinería Dos Bocas o el Tren Maya. 

Otros apuntan que desde el primer año de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y a raíz de la cancelación de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México ha habido erosión en la confianza de empresarios e inversionistas. 

Los niveles de inversión en el país colocan 9.3% por abajo del cierre de 2018. 

Hernández, del IMEF, indica que la Reforma Energética de 2014 permitió reglas claras para el Sector Privado, pero, además, la reducción de costos en las tarifas para familias y empresas, que en el caso de las unidades productivas significó reducciones de hasta un 56 por ciento. 

“Creemos que pudiera haber otros sectores, proyectos, en donde pudiera redituar mucho más (la inversión entre sector público y sector privado) 

“en el caso concreto, el tema de la Energía era un tema que se venía viendo bien con la reforma pasada; había mucha invitación a inversionistas extranjeros y mexicanos a venir a invertir, y con  

muchos resultados, con muchos beneficios, empezando por energías limpias”, expone. 

En su convención anual de 2021, realizada en noviembre, el IMEF dijo en un documento final que el crecimiento económico del País requiere de energía disponible, barata, y de calidad, para elevar el nivel de vida de los ciudadanos 

El Sector Eléctrico, por su parte, requiere de capital intensivo, tanto privado como público, tomando en cuenta que el sistema mexicano en el Sector de la Energía, en su conjunto, es de economía mixta. 

“Algo lamentable que hemos visto y no compartimos es la obstaculización.  

“Desde el tema de la reforma (del Ejecutivo Federal) que está pretendiendo que la IP no participe como debería participar, hasta permisos. Hay aspectos administrativos que están deteniendo a empresas (en el Sector)” aseguró Hernández. 

A seis décadas de haber sido conformado, el IMEF y sus 1,300 miembros se preparan para lanzar un indicador regional y contar con un pulso más amplio de lo que es México, que se complementará con los indicadores oportunos de los sectores manufacturero y de servicios y comercio, una tradición en el ámbito económico desde 2003. 

Nunca como hoy será importante identificar los retos de una economía que crecerá con dificultad, y cuya expansión diferirá entre norte y sur.