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La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) caía en sus primeras operaciones del viernes -116.95 unidades, un 0.23% menos que la sesión previa, colocando a su principal indicador en las 50,349.07 unidades y en respuesta al desempeño bajista de las bolsas de valores de Estados Unidos, que, a la vez, respondían a malos datos económicos.
El peso, a su vez, continuaba con depreciaciones frente al dólar, tocando su peor nivel en más de un mes, al pasar de niveles de 20.74 a 20.86 unidades por billete verde.
En EU se dio a conocer que el ingreso y gasto personal durante diciembre ubicaron niveles por debajo de lo esperado por el mercado: con un crecimiento de 0.3% a tasa mensual, contra el 0.5% estimado, el ingreso también colocó mal contra el resultado previo, mientras que el gasto cayó por primera vez en 10 lecturas, lo que analistas atribuyeron al incremento de los contagios provocados por la variante Ómicron del Covid-19, combinado con una inflación elevada.
Por su parte, la confianza de los consumidores estadounidenses siguió deteriorándose en los primeros días de enero de 2022, para alcanzar su nivel más bajo en más de una década, ante las mismas circunstancias. La lectura final del índice de confianza de la Universidad de Michigan publicado hoy reporta un declive a 67.2, el nivel más bajo desde noviembre de 2011; un mes antes ubicó niveles de 70.6.
Los malos datos sobre el comportamiento de la mayor economía del mundo se resentían en las bolsas de valores estadounidenses, donde el Dow Jones caía 0.60%, en las 33,956.99 unidades y el ampliado S&P 500 lo hacía en 0.16%, en las 4,319.62 unidades.
La bolsa electrónica Nasdaq, por su parte, 0.39%, marcando los 13,300.23 enteros.
Las pérdidas del vienes reflejaban un enero de minusvalías para las bolsas estadounidenses, donde el Nasdaq registró caídas de -14.7%, seguido por el S&P con -9.2%, y del Dow Jones con -6 por ciento.
Un informe del banco Bx+ indica que si bien la empresa Apple superó las expectativas en todas sus categorías, los mercados de acciones siguen asimilando la postura de la Reserva Federal estadounidense (FED) sobre una política monetaria más restrictiva en el corto plazo, lo que ha conllevado pérdidas en los mercados en el arranque de año.
