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Luego de su segundo contagio de Covid-19, el presidente López Obrador retomó sus actividades y aseguró que su gobierno sí cobrará los impuestos por la próxima venta del banco.
La venta de Banamex a Citigroup en el 2001, a través de un cruce de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y sin pagar impuestos, “fue legal pero inmoral”, consideró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por ello, aseguró que su gobierno sí cobrarán los impuestos que se generen por la próxima venta del banco, dependiendo de los recursos que se paguen por esta operación.
Luego de sufrir un segundo contagio de Covid-19, López Obrador retomó sus actividades y volvió a encabezar la conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
A pregunta expresa, el mandatario recordó que Banamex se vendió a Citigroup en el 2001 a través de un cruce de acciones en la BMV, por lo que se dejaron de pagar aproximadamente 3,000 millones de dólares a las arcas nacionales.
La venta fue autorizada por el gobierno de Vicente Fox, siendo secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, subsecretario del ramo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y recomendado del propio Roberto Hernández Ramírez, principal accionista del banco y el mayor beneficiado con el proceso.
Esta operación “siempre alegan de que fue legal. Y yo digo: sí, fue legal, pero inmoral”, aseguró López Obrador.
Además criticó que en los posteriores sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, al Grupo Financiero Citibanamex se le condonaron impuestos por 15,848 millones de pesos.
De estos,, 5,000 fueron con Calderón y el resto con Peña Niero. “Se rayaron”, ironizó el mandatario.
“Es una vergüenza que muchos legisladores se dedicaran a eso y que estuvieran al servicio de los que andaban”, ya que no hacer estas contribuciones significaron menos recursos para salud y educación.
Por este motivo, “si se vende (Banamex), como va a suceder, nosotros vamos cobrar los impuestos, depende de la cantidad en que se venda. Se está hablando de 30,000 o 40,000 millones de dólares”.
López Obrador insistió en lo señalado la semana pasada, en el sentido de preferir que Banamex quede en manos de inversionistas mexicanos y que la institución de crédito se “mexicanice”.
Esto, en primer término, para las utilidades del banco puedan ser reinvertidas en México y para que el importante patrimonio cultural de la institución no salga del país.
Por Raúl Castro-Lebrija