El oasis secreto en San Miguel de Allende

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Vicente Gutiérrez

Francesa Fisher llegó en los ochentas a San Miguel de Allende desde Nueva Zelanda y quedó enamorada de la tierra y de México.

En un principio, el Valle de los Senderos sería la locación ideal para filmar películas y construir unos estudios cinematográficos a solo 3 kilómetros de  San Miguel… pero los planes cambiaron y se convirtió en “la tierra prometida”.

De inmediato, Fisher comenzó el proyecto de su vida: Valle de los Senderos, un concepto que se basa en los principios de crecimiento inteligente y sostenible con un respeto intrínseco por la tierra.

Por eso se utilizan técnicas agrícolas conscientes del medio ambiente utilizadas en viñedos, huertos y jardines orgánicos.

Fisher lo describe así “es un viaje de regreso a lo esencial: un vínculo elemental con la naturaleza y una reconexión con la belleza de la tierra y una oportunidad para realinear el cuerpo, la mente y el espíritu”.

Pero ¿Qué es Valle de los Senderos? Una zona residencial con laguna (playa), jacuzzi termal, restaurante, jardines acuáticos, área infantil, dos restaurantes, pronto un hotel y hasta zona Glamping abierta al público.

Valle de los Senderos también es una comunidad donde se establecerá el núcleo de una empresa que impulsará la economía de la región, por eso se venden terrenos y casas verdaderamente espectaculares diseñadas por el aclamado arquitecto Luis Sánchez Renero.

Ubicadas entre un cinturón verde de mezquites y cerca de los parques centrales y los precios oscilan entre $ 250,000 USD y $ 575,000 USD según el tamaño y la ubicación.

Son más de  120 hectáreas  con un  oasis urbano que ofrece diferentes experiencias que le permitirán desconectarte un momento de la realidad para disfrutar de un paraíso junto a la familia, en un lugar seguro y apartado de todo.

Sal y Canto, la experiencia

Una de sus nuevas “joyas” es el  restaurante Sal y Canto del chef Atzin Santos y Juan Pablo Ballesteros con una cocina mexicana contemporánea campestre con productos locales y huerto propio.

La comida que disfruté fue ésta:

De entrada, unas croquetas de mejillón con huazontle arropadas por queso de cabra  y un alioli de cilantro que explotan a cada bocado.

Y un vuelve a la vida con pescado hiramasa, suavemente dulce pero firme con leche de tigre verde, hinojo y un poco de chile  que sorprenden en cada tostada.

Cerveza artesanal y vino mexicano para acompañar el desfile de platillos en Sal y Canto que tiene una vista privilegiada del lugar, abierto a los visitantes con reservación de preferencia

Llegan las endivias a la brasa, sobre crema de jocoque y aceite de oliva, praliné de cacahuate garapiñado con chile de árbol y queso grana padano, una de sus especialidades que abren más el apetito.

Aparecen en la mesa los tacos de Pork Belly al pastor que vienen cubiertos para que en cuanto se abra el tortillero el humo explote en la cara con sus aromas y piña fermentada que se deshace a la primera  mordida. ¡Una maravilla!

Qué decir de los Ostiones “El viscaino” directos de Ensenada con paprika, gotas de limón real y guindilla que resbalan y enloquecen al paladar.

Cada mañana, en Sal y canto nixtamalizan con maíces tradicionales, llegan los quesos regionales, chiles de todo el país, huevos de corral, panes de masa

Madre y muchas sorpresas más que me quede con ganas de probar pero volveré, lo prometo.

Sin duda, es una gran experiencia descubrir el oasis secreto de San Miguel de Allende, un paraíso para ir con la familia, mientras los niños nadan y se divierten usted come en una de las mejores cocinas de México.

Valle de los Senderos

Abierto de miércoles a lunes

De 10AM a 17.00 hrs.

Carretera. Dolores Hidalgo. KM 3.5

San Miguel de Allende.

valledelossenderos.com

salycanto.mx