Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 12 segundos
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) informó que, luego de una reforma a sus estatutos, se estableció que para el mes de marzo del año próximo habrá un nuevo presidente del organismo.
En un comunicado difundido este viernes, la máxima organización del sector privado señaló que este cambio de estatutos también contempla ajustes en las fechas para la celebración de las Asambleas Anuales Ordinarias.
“De acuerdo con el calendario previsto en los nuevos estatutos, será en la primera semana del mes de marzo de 2022 cuando se concluya el proceso de elección y se lleve a cabo el relevo de Carlos Salazar Lomelín al frente del CCE, fecha en la que cumple su tercer año de gestión”, explicó.
Entre los principales logros de la gestión de Salazar Lomelín, puede mencionarse la reforma laboral en materia de subcontratación —o outsourcing— la cual se logró por unanimidad junto con el sector obrero y el gobierno federal.
Salazar Lomelín también ha encabezado la oposición del sector empresarial a la reforma constitucional en materia de electricidad, impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Del mismo modo, el CCE dio a conocer que la reforma a sus estatutos también contempla la inclusión de dos nuevos afiliados; los primeros en 25 años.
“En ese marco, la Asamblea Extraordinaria de Asociados aprobó la incorporación, a partir de enero de 2022, de dos nuevas organizaciones a la Comisión Ejecutiva, bajo la categoría de Afiliados Especiales: la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León (CAINTRA) y la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (AMAFORE), instituciones que cumplen cabalmente con los estrictos criterios y procedimientos definidos por el nuevo estatuto en materia de representatividad, legitimidad, solvencia moral, técnica y financiera”, expresó.
“Desde hace aproximadamente 25 años —explicó— el máximo órgano representativo del sector privado no había sumado nuevos miembros al Consejo, por lo que con este anuncio el CCE reafirma su compromiso con los principios de integridad y ética empresarial, así como con la Dimensión Social de las empresas, al modernizar la cultura empresarial, para tener negocios mejor organizados y más competitivos, acorde a las tendencias internacionales”.
Por Raúl Castro-Lebrija