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El sistema financiero mexicano enfrentó la pandemia con solidez y ahora está en posibilidades de apoyar la reactivación de la economía mexicana, revela un estudio de BBVA Research.
Basándose en el Reporte de Estabilidad Financiera (REF) al segundo semestre del año, publicado por Banco de México, la institución destacó que “el sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida tras el complejo entorno económico derivado de la pandemia”.
Además, “los niveles de capital y liquidez de la banca mexicana cumplen holgadamente con los mínimos requeridos por la regulación”.
Si bien todavía no se observa una reactivación del crédito bancario, “debido a la resiliencia mostrada durante la crisis, la banca se encuentra en posibilidad de apoyar la recuperación económica”.
Según el informa de BBVA Research, uno de los principales riesgos para las economías emergentes es el endurecimiento de las condiciones financieras globales.
Es decir, todavía persiste el riesgo de potenciales incrementos a las tasas de riesgo —tanto de la deuda soberana como de Pemex— y posibles afectaciones a las calificaciones de riesgo.
Además, “los impactos económicos y financieros asociados con el cambio climático pueden dar lugar a pérdidas futuras considerables para las instituciones financieras”.
No obstante, insistió, “el sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida para enfrentar escenarios adversos
Los niveles de capital y liquidez de la banca mexicana cumplen sobradamente con los mínimos requeridos por la regulación”.
El informe expone que entre marzo y septiembre de 2021, el índice de capitalización (ICAP) de la banca se incrementó reflejando el mayor capital aportado por las instituciones, en tanto que los activos en riesgo totales se mantuvieron en niveles estables.
En cuanto a su posición de liquidez, la banca también logró mantener el Coeficiente de Cobertura de Liquidez (CCL) en niveles superiores a los requeridos por la regulación, lo que facilitará impulsar un mayor dinamismo en el crédito.
El REF —continuó BBVA— señala que, las instituciones bancarias experimentaron un incremento en sus niveles de liquidez en la segunda mitad de 2020, los cuales en 2021 se estabilizaron en niveles superiores a los registrados previos al inicio de la pandemia.
En cuanto a la banca de desarrollo, el REF señala que ésta se encuentra adecuadamente capitalizada, con un ICAP mayor al límite prudencial; sin embargo, sus indicadores de liquidez se ubican por debajo de su nivel de tolerancia.
Por su parte, otros intermediarios financieros, enfrentaron un deterioro en la calidad de su cartera y menor rentabilidad durante la pandemia. En algunos casos, la recuperación de la actividad económica ha permitido mejorar algunos de sus indicadores financieros, sin embargo, debido a los retos que se siguen presentando, no puede descartarse que algunas entidades de este sector resulten afectadas.
El REF señala que el endeudamiento total de la economía mexicana continúa cayendo, lo cual implica que la brecha de financiamiento total se encuentra en niveles negativos por primera vez desde 2007.
Por Raúl Castro-Lebrija