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S&P Global Ratings dijo el martes por la tarde que asignó una calificación de deuda a escala global de “BBB” a una emisión propuesta de bonos senior no garantizados por 1,000 millones de dólares (mdd) de parte de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La agencia de riesgos crediticios consignó que la petrolera mexicana tiene el grado “BBB” con Perspectiva Negativa a escala global y en moneda extranjera.
“Las notas se benefician de la garantía que les proporciona Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial, y Pemex Logística, las cuales garantizan actualmente todas las notas en circulación de Pemex”, resaltó la agencia de riesgos crediticios el martes por la tarde, cuando horas antes reafirmó los grados “BBB” con Perspectiva Negativa para el Soberano México.
“Esperamos que Pemex utilice los recursos netos para el plan de refinanciamiento de deuda que anunció recientemente que incluye ofertas de canje y de recompra por varias notas senior no garantizadas en circulación”, indicó.
Apenas el lunes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó sobre una aportación patrimonial a la petrolera por 3,500 mdd para que Pemex realice una recompra de bonos, operación que, a la vez, le permitirá reducir su deuda.
Los nuevos bonos de Pemex amortizarán en tres pagos en cada uno de los últimos tres años antes de la fecha de vencimiento, incluyendo este último año, explicó S&P.
“No esperamos que la nueva emisión incremente la deuda neta de Pemex”, resaltó la agencia.
S&P recordó que las calificaciones de deuda de Pemex equiparan a la del Soberano puesto que, con base a su expectativa, hay una probabilidad “casi cierta de apoyo extraordinario” del gobierno a la empresa ante un escenario de estrés financiero.
“En nuestra opinión, la empresa tiene un rol crítico para el Gobierno mexicano, tanto desde el punto de vista económico, como para la ejecución de la política energética del país”, dijo.
Además, mencionó S&P, “consideramos que existe un vínculo integral entre Pemex y el gobierno, dado que este detenta la propiedad total de la petrolera, y que considera la elevada participación gubernamental en todas las decisiones estratégicas de la empresa”.