Incremento al salario mínimo puede aumentar costos a las empresas y presionar inflación: Banorte

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Según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la meta es alcanzar el 100% de la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana Familiaral final de la administración. Por ello, el nuevo salario mínimo todavía puede incrementar alrededor de 26 por ciento, estimó la institución.

Pese a que la evidencia demuestra que los incrementos al salario mínimo tienen un efecto modesto en la inflación, el anunciado ayer de 22% se da en medio de una serie de presiones en costos para las empresas, añadiendo algunos riesgos al alza a nuestro estimado de inflación al cierre de 2022 de 4.4%, aseguró Casa de Bolsa Banorte.

En un estudio, la institución recordó que, luego de un ajuste moderado al alza de 15% en 2021, para 2022 se ha alcanzado un nivel máximo en la actual administración.

Este avance es consistente con la política salarial del gobierno actual, señaló. Debemos recordar que la meta planteada al inicio del sexenio es que el salario mínimo aumentara 100%. Con base en esta métrica, el avance acumulado es de 95.6%, con lo cual ya prácticamente cumplieron con esto.

No obstante, en el Programa Institucional 2021-2024 de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, la meta es alcanzar el 100% de la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana Familiaral final de la administración.

Este monto cambia basado en la inflación y otros factores determinados por el Coneval y aún provee espacio para aumentos adicionales. En específico, a octubre de 2021, el ingreso mensual equivalente basado en esta línea sería de alrededor de $6,533.10.

Por ello, con base en nuestros cálculos, el nuevo salario mínimo todavía puede incrementar alrededor de 26% para alcanzar ese nivel.

Los productores podrían encontrarse en una situación en la cual necesitan realizar ajustes más fuertes al alza en los precios debido a la erosión de sus márgenes de utilidad. Nuestro pronóstico de inflación al cierre de 2022 de 4.4% ya incorpora algunas de las presiones potenciales del anuncio de ayer, advirtió.

No obstante, el aumento fue mayor de lo que esperábamos y se da en un entorno global y local para los precios de por sí ya muy complicado. Esto añade complejidad para incorporarlo a nuestros pronósticos, pero se traduce en algunos riesgos al alza. Por lo tanto, estaremos muy pendientes a los ajustes en precios durante los primeros meses del año.

Por Raúl Castro-Lebrija