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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dijo el lunes que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), clave para entender la trayectoria del PIB del País, desplomó en -1.6% durante agosto frente al mes previo, donde las actividades terciarias (sectores de Servicios y Comercial), sufrieron un retroceso de -2.5%, mientras que las primarias, lo hicieron en -2.4 por ciento.
Las actividades Secundarias, ligadas al Sector Industrial y de la Transformación, en contraste, avanzaron en +0.4% frente a julio, el único grupo de la actividad económica que mostró progreso durante agosto.
El retroceso económico de –1.6% mensual prácticamente borró las ganancias registradas en los últimos 5 meses, destacó en un análisis la casa de bolsa Banorte.
“El crecimiento económico de agosto en México sorprendió negativamente al mercado…la economía creció 4.3 por ciento en sus cifras originales, por debajo de lo esperado”, dijo a su vez en un escrito la casa de bolsa Vector.
A tasa anual, el IGAE reportó un avance de +3.8% en términos reales y ante una débil base de comparación, donde las actividades secundarias crecieron en +5.2%, las terciarias en +3.4% y las primarias en +0.8%, cada una de las variaciones frente a agosto de 2020.
Con cifras originales, las que toman en cuenta los especialistas, el IGAE progresó en +4.3% a tasa anual, contra un estimado del mercado de +6.4 por ciento.
Banorte atribuyó el resultado al impacto de las condiciones epidemiológicas producto de la Pandemia, que alcanzaron su peor nivel en términos de nuevos casos diarios de Covid-19 a partir de junio pasado.
Si bien el impacto no fue tan fuerte como en la llamada “primera ola”, que arrancó en marzo de 2020, con medidas de emergencia y confinamientos totales, compara desfavorablemente con la “segunda ola”, iniciada en diciembre de 2020, y que concluyó en marzo, cuando la economía cayó 0.7% durante el mes más álgido, marcado en febrero pasado.
“Con estos resultados, la actividad está cercana a los niveles registrados a inicios de 2016; 3.4% debajo de febrero de 2020 –antes de la Pandemia– y -5.2% relativo al máximo histórico en agosto 2018”, resaltó Banorte.
Si bien el desempeño por sectores es consistente con las condiciones epidemiológicas, los choques a la industria pudieron ser producto de las disrupciones de la oferta en los mercados globales, y en el Sector Servicios tampoco se descartan impactos ante presiones en los precios que han provocado detrimento en el poder de compra de los consumidores.
“…nuestra mayor preocupación sigue siendo el posible impacto de mayores presiones en precios, mismas que podrían limitar algo del optimismo ya que el ingreso disponible se dirige a categorías esenciales –que a su vez tienden a tener un menor efecto en el valor agregado”, mencionó Banorte.
“En conclusión, los riesgos a la baja para nuestro estimado del PIB de todo el año en 6.2% están crecientemente sesgados a la baja”, aseveró el intermediario.