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Dar de alta en el RFC a mayores de 18 años es para evitar fraudes. Además, no es función de las empresas invertir en obras sociales, filantropía o cultura, dijo en la conferencia de prensa matutina.
El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la miscelánea fiscal para 2022 que fue aprobada por la Cámara de Diputados este lunes, al considerar que “es lo más conveniente para el país”.
Entre los cambios cambios fiscales aprobados, se obligará a todos los mayores de 18 años a inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) —lo que permitiría fiscalizar sus cuentas— aunque no tengan actividades económicas.
Además se fija un límite a la deducibilidad de impuestos a las donaciones que reciben las organizaciones de la sociedad civil.
Al respecto, el presidente López Obrador señaló en la conferencia de prensa matutina de Palacio Nacional que la inscripción en el RFC “no afecta en nada” y “es para evitar fraudes”, aunque no dijo cómo contribuiría la medida.
Además, se pronunció en contra de la devolución de impuestos a las grandes empresas, bajo el supuesto de que van a destinar esos recursos a obras sociales, a actividades filantrópicas y a la difusión de la cultura.
“Nosotros no estamos de acuerdo con eso. ¿Cómo se lee va a devolver impuesto a una gran empresa bajo el supuesto de que ellos van a invertir en beneficio de la gente, en obras sociales, en filantropía, en fomento a la cultura? ¡No! Esa no es la función de las empresas”, consideró.
“La función de las empresas, básica, —agregó— y lo hacen muy bien la mayoría, es invertir, producir, crear empleos y pagar sus contribuciones. ¿Y cuál es la función del gobierno? Pues atender al pueblo con esas contribuciones”.
Y reiteró que “¿Cómo una empresa no va a pagar sus impuestos porque va a destinar esos impuestos a programas sociales, si esa no es su función? Eso lo inventaron ¿y saben para qué lo inventaron? Para no pagar impuestos”.
Finalmente, López Obrador recordó que en la miscelánea no se incrementan los
impuestos para el año próximo y que así ha ocurrido en los tres años que lleva la actual administración.
Tampoco han habido incrementos en los precios de los combustibles —los llamados “gasolinazos”— y la administración pública se ha manejado con austeridad.
Por Raúl Castro-Lebrija
