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El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que si bien México ha venido recobrando el pulso en su economía en virtud del crecimiento económico de Estados Unidos, es necesario revisar el plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la confiabilidad de su Sistema Eléctrico, donde debe aprovechar la fuente disponible de energías renovables de su territorio y cuya inversión cuantiosa requiere de la participación de privados, necesariamente.
“El apoyo adicional a Pemex debe ir acompañado de una nueva estrategia que dé prioridad a los objetivos financieros (centrarse en campos rentables, vender activos no esenciales, posponer nuevos planes de refinería y reformar su costoso plan de pensiones) y a aumentar la transparencia”, expuso el organismo internacional en el comunicado final de la “misión del artículo IV”.
El necesario golpe de timón en la petrolera incluye postergar la construcción de la refinería de Dos Bocas, que generará combustibles fósiles.
Las pérdidas que enfrenta Pemex colocan una carga sobre los contribuyentes y desplazan recursos fiscales de usos más productivos, sentenció el FMI.
Aunque el actual gobierno federal busca reducir el espacio para las firmas privadas en el Sector Energético, el organismo internacional sugirió a México la asociación con empresas del Sector Privado para administrar los altos y crecientes costos que debe encarar la Industria a fin de contribuir a la creación de economías más sustentables.
Además, dijo, la inversión pública es baja, e invertir en proyectos de alta calidad junto con la IP respaldaría el crecimiento.
Recordó que en México los precios de la electricidad para empresas y familias todavía son superiores frente a Estados Unidos, e, inclusive, a otros mercados emergentes. El País tiene un nuevo
marco legal desde 2013 lo que hace que expertos indiquen que es un periodo corto para evaluar sus alcances, en un contexto en donde varios países, principalmente los desarrollados, apuestan por la generación de energías más limpias.
El 30 de septiembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador envío al Congreso una propuesta de reforma constitucional del Sector Energía, con cambios directos en materia eléctrica, lo que implica una serie de cambios para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como priorizar el despacho de energías fósiles por encima de las fuentes complementarias de energías renovables.
El FMI sostuvo que “preocupa la confiabilidad del suministro de energía” y que México debe aprovechar las energías renovables y alentar la participación del Sector Privado para contar con un sector energético más barato, más confiable, sostenible y competitivo.
Apuntó que “la economía se enfrentará a nuevos desafíos derivados de los cambios tecnológicos y los efectos del cambio climático”, por lo que requiere promover un crecimiento inclusivo y sostenible.
Queda a deber
El organismo internacional también dijo que México ha complementado una visión correcta con una estabilidad financiera y fiscal en un periodo desafiante generado por la Pandemia producto del Covid-19.
En la revisión anual que hace a cada uno de los países miembros, no obstante, el FMI advirtió que México paga “un costo humanitario, social y económico muy alto”, pues hay más de medio millón de muertes probablemente relacionadas con el Covid-19.
Cito también entre los males, el subempleo, que se mantiene por encima del pico alcanzado durante la crisis financiera mundial de hace más de una década y el hecho de que hay más de 4 millones de personas sin trabajo, con niveles de pobreza al alza.
El organismo internacional resaltó también en su informe el hecho de que México haya destinado sólo un 1.5% de su PIB en apoyos para apuntalar su economía -contrario a las tasas que presentan economías como Brasil, de 6.5%, o Perú, de 9.2%- por lo que un incremento en este gasto puede ayudar a “aliviar las presiones sobre los más vulnerables”.
Y aún así, México quedará debajo, puesto que esos recursos no serían suficientes para un fenómeno de grandes dimensiones, por lo que es necesario la búsqueda de otras fórmulas.
Así, para garantizar un gasto público aceptable y colocar la deuda con respecto al PIB a la baja, se hace necesaria una Reforma Fiscal progresiva, a fin de cumplir el objetivo de llevar a la economía a crecer a tasas de 4% anual. El organismo global también sugirió cambios como eliminar la tasa cero del IVA y ampliar la base del ISR.
Sostuvo que la combinación de esta reforma, con un aumento de la asistencia social ayudará a reforzar la estabilidad social y mejorar los niveles de vida de los pobres.