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El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expresó una “profunda preocupación” por la reciente clausura de terminales privadas de almacenamiento y trasvase de petrolíferos en distintos estados de la República.
Por ello, pidió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador no obstaculizar la importación legal de combustibles, lo que afecta a la industria y a los consumidores mexicanos.
El lunes de la presente semana, el gobierno de México suspendió —sin informar las razones— cinco permisos de la compañía Trafigura —una de las principales comercializadoras de materias primas del mundo— para la importación de gasolinas y turbosinas.
Al respecto, el CCE consideró que “estas suspensiones a empresas que operan totalmente dentro del marco legal vigente, obstaculizan la importación de gasolinas para proteger artificialmente a Petróleos Mexicanos (Pemex), en detrimento de las inversiones privadas realizadas en los últimos años”.
De acuerdo con el CCE, “limitar la importación de gasolinas reducirá la oferta de combustibles que son utilizados para actividades básicas como el transporte público, la distribución de productos alimenticios y mercancías, entre otros”.
La operación de las terminales privadas clausuradas “ha aumentado la capacidad de almacenamiento en México, complementando la que Pemex utiliza para su propia producción e importación, en beneficio de la seguridad y estabilidad energética de nuestro país”.
“Aumentar la oferta de combustibles —agregó— beneficia a las y los mexicanos, así como a la industria nacional al fomentar la competencia y tener distintas opciones de suministro de gasolinas”.
Por el contrario, “buscar limitar la importación de gasolinas reducirá la oferta de combustibles que son utilizados para actividades básicas como el transporte público, la distribución de productos alimenticios y mercancías”.
Por Raúl Castro-Lebrija