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De acuerdo con la Organización Internacional del Café (OIC), cada año el aromático genera una riqueza de 200,000 millones de dólares. Es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua; el segundo producto más comercializado solo detrás del petróleo.
Sin embargo en México —donde los primeros cafetales se sembraron a finales del siglo XVIII— el cultivo se está abandonando, fundamentalmente por los precios que diariamente se establecen en la Bolsa de Café, Cacao y Azúcar, ubicada en Nueva York.
Según estimaciones de la Universidad de Chapingo, solo 30% de los cafetales de México son productivos, el resto está en el abandono. Por ello, el país dejó de estar entre los diez principales productores del mundo y la cosecha del 2020 —900,000 toneladas según la Sader— es una de las más bajas en cuatro décadas.
El abuso histórico a los productores cafetaleros motivó el surgimiento de movimientos armados como el de Lucio Cabañas, en Atoyac de Álvarez, principal región productora de Guerrero. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) también surgieron en zonas cafetaleras.
Otra amenaza para el café es el cambio climático. Según la Universidad de Chapingo, de aquí al 2050, la demanda mundial se duplicará pero las tierras cultivo se reducirán en 50 por ciento.
Pero la producción es solo la mitad del problema; la otra mitad es el consumo. Según la OIC, México consume aproximadamente 1.6 kilos per cápita al año, uno de los niveles más bajos del mundo. Finlandia se lleva el primer lugar con 11.5 kilos.
¿Cómo superar toda esta situación? El periodista Raúl Castro-Lebrija —con 26 años de carrera en medios impresos, radio y Televisión, hoy colaborador de Fortuna, Negocios y Finazas— se embarcó en un viaje de dos años recorriendo algunos de los principales centros de producción cafetaleros para encontrar las respuestas.
Del diálogo directo con campesinos, productores, tostadores, empresarios, académicos y expertos, surgieron una serie de recomendaciones recopiladas en el libro “Cafeína 2.0. Problemáticas, soluciones y un nuevo rumbo para el café mexicano”.
Entre ellas, está la necesidad de fomentar las empresas cooperativas entre productores. La mayoría tiene tres hectáreas o menos por lo que su producción es mínima y no alcanza los niveles del mercado de exportación.
También propone un programa de capacitación para que los productores se conviertan en empresarios y sean propietarios de sus propias cafeterías, que es donde el café tiene el mayor rentabilidad.
Propone que la producción nacional migre al Café de Especialidad que es el de mayor calidad internacional.
Y propone principalmente, revivir al Instituto Mexicano del Café (Inmecafe) como el gran articulador de las políticas públicas que demanda el sector cafetalero nacional.
Cafeína 2.0 se presentará eñ próximo sábado 11 de septiembre a las 11:00 horas en el marco de la Expo Café 2021, en el World Trade Center Ciudad de México.
Por Redacción Fortuna