Reconoce AMLO diferencias con gobierno y empresas de España 

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El mandatario aseguró que México sigue abierto a la inversión extranjera y a la inversión de España, siempre y cuando sean . negocios lícitos que no s hagan al amparo del poder público. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que su administración mantiene fuertes diferencias tanto con el gobierno como con la cúpula empresarial de España. 

En la conferencia de prensa mañanera, el mandatario recordó que las diferencias con las autoridades europeas surgieron tras la carta enviada al rey Felipe VI para que la corona ofreciera disculpas a los pueblos indígenas por los abusos cometidos durante la conquista. 

A pregunta expresa del periodista español Alberto Peláez, durante muchos años corresponsal de Televisa en Madrid, López Obrador recordó la carta enviada al rey de España la cual fue filtrada a medios de comunicación y que no obtuvo una respuesta oficial. 

López Obrador leyó extractos de la carta, en la que proponía al monarca español establecer el 21 de septiembre de 2021 —cuando se cumplirían 200 años de la consumación de la independencia de México— como el Día de la Reconciliación.  

El segundo abuso que acusó López Obrador fue el cometido por parte de empresas españolas de energía y de la construcción, específicamente Repsol y OHL —hoy Aleatica—, durante el periodo neoliberal. 

Empresas, aseguró, “que nos vieron como tierra de conquista y se dedicaron a saquear, a robar. Claro, con el apoyo de las autoridades mexicanas”. 

“El caso más ofensivo es el de Iberdrola que se convirtió en un monopolio y controla el mercado eléctrico del país. Y la ofensa mayor, y eso se lo dije al presidente del Consejo de Administración de Iberdrola, es que se llevaron a trabajar a la secretaria de Energía del gobierno de México (Georgina Kessel) y contrataron como consejero de Iberdrola al ex presidente (Felipe) Calderón”, manifestó. 

López Obrador explicó que la relación económica con España —quien, aseguró, es el segundo socio comercial de México— continúa particularmente en el sector financiero con instituciones como BBVA y Santander. 

“México sigue estando abierto a la inversión extranjera y a la inversión de España. Negocios lícitos que no se hagan al amparo del poder público, que no se hagan mediante el influyentismo, que no tengan que ver con la corrupción”, advirtió. 

“Yo creo que convenía el poner un límite a esa situación de descomposición que había en las relaciones económicas y comerciales, en donde perdía México”, concluyó. 

Por Raúl Castro-Lebrija