No habrá “un gran viraje” en la conducción de Banxico, asegura AMLO

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    Sin embargo, el presidente reprochó la participación de Alejandro Díaz de León en la compra de plantas de fertilizantes que dejaron al país una deuda de 1,000 millones de pesos..

    El relevo en la conducción del Banco de México no implicará un gran viraje en la conducción del organismo que termine por desestabilizar al país, aseguró el presidente .

    Luego de que el viernes pasado anunciara que no ratificaría a Alejandro Díaz de León al frente de la institución, López Obrador insistió en que se respetará la autonomía de Banxico pero que se propondrá para su dirección a un buen economista, serio y responsable.

    Nosotros vamos a cumplir el compromiso de respetar la autonomía del Banco de México; lo hemos hecho hasta ahora y lo seguiremos haciendo. No vamos a intervenir nosotros en la política del Banco de México, sostuvo en la conferencia de la .

    Sin embargo, aclaró, ya concluye el periodo del gobernador (Alejandro Díaz de León) y se tiene que llevar a cabo el cambio. No puede seguir él.

    Independientemente de la cuestión legal manifestó— necesitamos la renovación y vamos a proponer a un buen economista, con experiencia en el manejo de la economía, de las finanzas y una gente seria, responsable que va a saber conducir el Banco de México para que se mantenga la estabilidad macroeconómica.

    El presidente subrayó que el relevo en la institución no va a ser un gran viraje, para que todo mundo esté tranquilo.

    En referencia a Alejandro Díaz de León, López Obrador comentó que él no está de acuerdo con muchos técnicos del gobierno pasado y del periodo neoliberal porque causaron mucho daño al país.

    El que está ahora de gobernador del Banco de México fue el que aprobó el crédito para una planta de fertilizantes en 2015, unas plantas de fertilizantes que se adquirieron a precios elevadísimos. Tenemos por esa operación una deuda de 1,000 millones de dólares, explicó.

    Entonces, si fueran buenos técnicos, no hubiesen llevado a cabo esas operaciones. Y añadió que si se tratara de un técnico bueno, honesto, hubiera revisado la compra o el contrato de compra-venta, y se hubiera dado cuenta de que era un contrato contrario al interés público, que era una mala operación y no hubiese firmado.

    Un buen servidor público es aquel que dice no, esto no está bien, sostuvo el mandatario mexicano.

    Y todavía concluyó— hay quienes dicen que vamos desestabilizar al Banco de México si ya no está él.

    Por Raúl Castro-Lebrija