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Las tecnologías de realidad virtual (VR) y realidad aumentada (AR), junto con la realidad mixta (MR), que es una combinación de las dos, se han englobado en lo que se conoce como “realidad extendida”. Hace unos años, estas tecnologías que fusionan el mundo real y el virtual nos hubieran parecido ciencia ficción, pero, en la actualidad, ya estamos más familiarizados con estas experiencias inmersivas que colocan a las personas en un entorno generado de manera virtual (VR) o sitúan elementos virtuales en un entorno físico y real (AR). El problema es que, en general, todavía existe la sensación de que estas tecnologías son residuales, y que finalmente no han alcanzado el potencial que se preveía que tuviesen.
En el pasado, las tecnologías de realidad extendida se han restringido prácticamente al ocio. La VR, con lentes y cascos como los de Oculus Rift o Google Glass Binocular, se utilizó especialmente en el sector del entretenimiento y gaming, tanto en videojuegos como en juegos clásicos como el póker, que también cuenta con aplicaciones de realidad virtual. Popularmente, el ejemplo de AR más conocido sigue siendo el de Pokémon Go, un fenómeno que igual que vino se fue.
Sin embargo, y pese al enorme crecimiento de la industria de videojuegos, la VR dejó resultados decepcionantes, lejos de la revolución que se esperaba que fuese. Esto puede deberse a diferentes factores, por ejemplo, el hecho de que sea una experiencia costosa para el usuario. Los equipos que se requieren para disfrutar de la VR, como los lentes, tenían un costo importante para el consumidor medio, y en general la experiencia no es tan accesible como tener una app en el celular.
Pese a este pasado decepcionante, los analistas de mercado están empezando a identificar al sector de la realidad extendida como una temática de inversión de futuro. Estas tecnologías siguen teniendo un gran potencial en distintos sectores, más allá del entretenimiento, y muchas empresas están empezando a invertir en ellas en previsión de futuros desarrollos.
Uno de los sectores que más está aprovechando las tecnologías de VR es el sanitario; por ejemplo, se utiliza para realizar terapias o para practicar operaciones simuladas. El de la formación, en general, es también otro de los sectores que aprovecha el hecho de poder generar un entorno virtual con el que el usuario puede interactuar.
El comercio electrónico, cuyo auge se ha acelerado en los últimos meses, también es uno de los grandes beneficiados. Esto incluye a la banca, que ha incorporado estas tecnologías a algunos de sus servicios; el BBVA fue el primer banco en hacerlo con el lanzamiento de la app Valora View, que incorpora la AR en la búsqueda de viviendas para comprar o alquilar.
El sector inmobiliario, el de la automoción o el de la defensa, entre otros, se cuentan también entre las industrias que han encontrado en la realidad extendida un aliado. Además, muchos negocios se están fijando en estas tecnologías de cara a satisfacer y atraer los consumidores del futuro, los de la generación Z.
La diversificación del uso de las tecnologías de realidad extendida no es el único motivo por el que ese sector se está convirtiendo en una tendencia de inversión. El desarrollo de otras tecnologías, como el 5G o la Inteligencia Artificial, va a ayudar a la generalización del uso de la VR, AR y MR.
El 5G permitirá conexiones más rápidas que puedan sostener un mayor volumen de datos, además, los avances en las tecnologías digitales y computacionales permitirán el desarrollo de hardware para VR más asequible. Los precios de los lentes de VR ya están bajando, y se espera que próximamente sea mucho más fácil acceder y adquirir este tipo de dispositivos. Un aumento en el acceso a estas tecnologías provocará también un aumento en la demanda de contenidos.
En general, los expertos coinciden en que el mercado de la realidad expandida va a sufrir una importante explosión en los próximos años y que, por lo tanto, no se trata de una inversión a rentabilizar a corto plazo, sino más bien de futuro. Según un informe de PwC, se estima que las industrias de la VR y la AR pasen de tener un impacto actual de unos 46,500 millones de dólares a unos 1.5 billones para 2030, y que generen unos 23 millones de empleos relacionados.
En cuanto a los principales actores en el crecimiento de estas industrias, el gestor de fondos de Rothschild Asset Management, Timothée Au Duong, señalaba en un informe de principios de año que las grandes tecnológicas como Microsoft, Apple, Google, Facebook y Samsung podrían ser las mejor posicionadas.