Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 28 segundos
Los rendimientos de los bonos mexicanos han estado sometidos a presión en la última semana, con alzas de hasta 20 puntos base, y apenas ayer, por primera vez, observó una ligera contracción, tras la decisión de Política Monetaria del Banco de México que determinó mantener la tasa de interés de referencia en 4%, el nivel nominal más alto de América Latina.
Los mercados de deuda han venido sobrerreaccionando a temores derivadas de presiones inflacionarias, abriendo la expectativa de que los bancos centrales incorporen una postura futura de alza en las tasas para contrarrestar “el calentamiento” de la economía, cuando el grueso de los países desarrollados, y algunos países emergentes, ha venido reportando éxito en los procesos de vacunación, dando paso a una reapertura más amplia de las economías.
Un alza en las tasas referenciales para compensar la acelerada carrera en los precios hace ganar dinero a los inversionistas de los mercados financieros.
Los instrumentos de deuda de mediano plazo en México, por ejemplo, se han ajustado al alza en hasta 30 puntos base, lo que ofrece una buena oportunidad para los portafolios de corto plazo que pueden capitalizarse durante la vigencia de estos instrumentos, generalmente de 5 años.
Recientemente, la agencia de riesgos crediticios, Fitch Ratings indicó que una mayor inflación pondrá a prueba a los bancos centrales en América Latina, donde destaca los casos de Brasil y México, que han comenzado a adoptar una postura “hawish”, que ocurre cuando la Política Monetario de un país anticipa alzas futuras en las tasas de interés o son positivos sobre la perspectiva de crecimiento.
Expertos esperan que las minutas que la Reserva Federal de Estados Unidos publicará la próxima semana estén a tono con lamisma posición cautelosa de arranque de año. El entorno permitiría un respiro en las tasas de interés del mercado local, anticipan.
Este viernes, EU, con una proyección de crecimiento del PIB de 6.4% en 2021, marcó una pausa en su recuperación. La producción industrial en abril exhibió un tímido avance mensual de 0.7%, contra la expectativa de 1%, mientras que la marcha de la industria automotriz siguió afectada por el suministro de componentes.
Las ventas minoristas en EU en abril avanzaron 0% mensual, tras marcar en marzo un nivel histórico de 10.7 por ciento.
La valuación de la tasa de fondeo en el mercado de dinero en el muy corto plazo, sin embargo, observarían alzas de hasta 50 puntos base al término del año.
“En una visión de mediano plazo, seguimos reconociendo riesgos en las tasas globales, con un Treasury (Bono del Tesoro de EU) de 10 años que probablemente continuará ajustándose…más acorde a las condiciones actuales, donde estimamos un cierre de 2021 en 2.15%”, apuntó en un análisis sobre el tema el banco local Banorte.
¿Y la deuda externa?
Fitch mencionó en un análisis emitido el miércoles pasado que tasas de interés más altas podrían poner bajo presión la trayectoria de la deuda de los países con altas necesidades de financiamiento y grandes cargas de deuda.
Un reporte de la agencia especializada Bloomberg apunta que el endeudamiento total de empresas y Gobiernos de los mercados emergentes aumentó “levemente” en los primeros tres meses de 2021, aunque marcó un nivel récord de 86 billones de dólares.
Desde finales de 2019, la deuda externa de este grupo de países se ha incrementado en 11 billones, según datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
Además, el aumento de la deuda de los países emergentes se produce cuando el monto total de la deuda global se contrajo por
primera vez en 10 trimestres, para caer en 1.7 billones de dólares y colocarse en 289 billones, aproximadamente.
Si bien la recuperación estimada de la actividad económica a nivel global podría ayudar a algunos gobiernos a reducir sus niveles de deuda frente al PIB, el lento ritmo de las vacunaciones en las economías en desarrollo podría conducir a una mayor acumulación de deuda, expresó Emre Tiftik, director de investigación de sostenibilidad del IIF.
Al cierre de 2020, México presentó una relación deuda sobre el PIB del 52 por ciento. El Fondo Monetario Internacional prevé que al término de 2021, la deuda sobre el PIB de México se haya elevado a 60.5%, pese a que el País es una de las naciones que menos estímulos fiscales o gasto ha destinado para apuntalar a la economía, apenas rozando el 1% del PIB, contra Brasil, con el 6%, Colombia, con el 3% o Perú, con el 9.2 por ciento.