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A partir del confinamiento, empleadas y empleados domésticos están en riesgo económico y desprotegidos en general. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019, hay 2.5 millones de personas en México dedicadas al trabajo doméstico; de las cuales 90 por ciento son mujeres.
Así, 45 por ciento de las trabajadoras del hogar ganan entre uno y dos salarios mínimos, y sólo el cinco por ciento gana más de tres; por día algunas reciben cerca de 150 pesos, indicó María de Jesús López Amador, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM.
Reveló que, a pesar de las reformas realizadas a las leyes Federal del Trabajo y del Seguro Social, todavía no se considera la “posibilidad de que tengan derecho a jubilarse, de definir un salario al día por prestaciones adquiridas por los años trabajados, e incluso siguen sin tener claro cómo afiliarse a un sistema de seguridad social.”
El pasado 28 de marzo, con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, López Amador consideró que aún falta regulación en la materia, ya que la ley debe protegerlas igual que a otros sectores, para que cuenten con un salario justo y puedan profesionalizarse, pues se encargan de múltiples tareas a cambio de un salario despótico.
La experta comenta que desde hace dos años se ha trabajado para lograr que las empleadas del hogar puedan acceder a los servicios de salud y a pensionarse, que los empleadores las afilien a la seguridad social y se comprometan a pagar una parte proporcional.
Muchas de ellas provienen de grupos étnicos y lo que ganan lo envían a su comunidad, transformando esto en remesas locales y nacionales. “Hay quienes ven en este tema nuevas formas de esclavitud que se dan a nivel del hogar, porque son sobreexplotadas, obtienen poco pago y son abusadas”, manifiestó María de Jesús.
De acuerdo con información del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), esta es una fecha conmemorativa y de reivindicación de los derechos laborales de este sector, que desempeña tareas caseras, cuidado de infantes y de tipo personal, y se puede diferenciar entre remunerado y no remunerado.
Yareth Arciniega Villa