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Autor: Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect
Los hidrocarburos en todos los países productores, y sobre todo en los exportadores, es una herramienta que se mantendrá como parte del equilibrio dentro de los ingresos de una nación.
En México, la adaptación continúa en forma cíclica en cada administración, y en cada legislación en los poderes legislativos, es una herramienta táctica, tácita, y de ultimo momento de reacomodo para la finanza públicas para el acomodo de los dineros en los ingresos para poder gastar en el egreso.
Muchas veces puede ser a favor, y otras en contra.
En México y, en gran parte del mercado mundial en los países exportadores de crudo, ha sido una válvula de escape ante presiones presupuestales, y esto quedo proscrito para la eternidad inmediata los cambios en el precio del barril como afecta a la economía mundial.
Ser parte importante del grupo y/o grupos que controlan, el volumen de producción en función de una demanda, da el acceso a información, y mercados en el mundo, y con esto poder adaptar al crecimiento económico macroeconómico de cada nación, para poder establecer un equilibrio dentro del desarrollo económico de la sociedad que lo integra.
La pandemia en todos los países productores ha hecho una pausa, y esto ha traído lecciones del como deberá hacer la inversión cada país para la extracción de las energías primarias que hay a lugar en cada subsuelo de cada uno. Pero la demanda de crudo en el mundo, la tendencia es aumentar de los 90 millones de barriles diarios, a cuando menos alrededor de 104 millones.
Esto indica y, de acuerdo con las tendencias observadas, que los países de alto consumo como EU, mantendrán, y CHINA en conjunto con los países asiáticos, aumentará, y a donde esta el mayor incremento de capacidad de refinación.
El sentido común revela que el mercado de hidrocarburos, a nivel internacional, tendrá información, y aperturas de mercados una vez que cada economía se recupere a partir del 2022, en función de bajar la incertidumbre de la nueva variable en la percepción mundial, el COVID19, y tener una mejor calidad de aire, combustibles, aditivos, y mayor KM recorridos por cada litro consumido, y ante un cambio generacional de carros en un periodo de largo plazo.
En México, y de acuerdo con la actual política energética de la administración actual, debemos considerar en dos puntos, del decálogo leído el 18 de marzo:
Cuatro: “… la extracción de petróleo se destinará a la refinación y no continuará la tendencia a exportar crudo y comprar gasolinas, es decir, toda la materia prima será procesada en nuestro país.”
Cinco: “Esta nueva política significa no extraer más petróleo que el indispensable …. no sacaremos del subsuelo más de dos millones de barriles diarios; esta producción moderada cumpliremos el compromiso de reponer -y esa es la norma- el 100 por ciento de las reservas probadas.
Estos dos lineamientos, han dejado en claro para el mercado mundial de productores, y sobre todo de exportadores de crudo que: México, podría dejar de ser parte de este grupo ante la reducción de las exportaciones o la nulidad de estas. Podremos ver que países como Arabia Saudita, EUA, Rusia y hasta IRAN, podrían pelear cada barril que México, dejaría de comercializar en el mundo.
En el caso de cumplir ambos puntos, estos podrían ser algunas de los efectos a considerar:
- Eliminar de las divisas al petróleo, dejando solo al turismo y remesas. Dependeríamos de la percepción, y la exportación de mano de obra a otros países.
- El poder legislativo, deberá buscar otra variable que puede adaptar el faltante o exceso de dinero en cada presupuesto que se apruebe. El precio de la mezcla mexicana saldría de la ley de ingresos, y dependeríamos de una mejor recaudación, bajo una nueva reforma hacendaria y financiara para el país. Pondría en dilema, a donde sacar el dinero faltante, en el caso que aumente el gasto. Entonces deberíamos tener un mayor déficit presupuestal, eso daría lugar a tener una mayor deuda del país.
- Dejar de exportar, nos saca del contexto internacional, y sobre todo de poder tener acceso a reuniones, eventos, información y intercambios comerciales. Ser de los países exportadora hoy, y en la próxima década, es sinónimo de ser parte hacia donde se mueve la economía mundial, y en función del crecimiento en la demanda del gas natural a partir del 2030.
- Reducir la plataforma de exportación, y aumentar la enviada a refinación con una producción acotada de 2 millones de barriles (PEMEX + Privados), indicaría que dejara el sector de hidrocarburos en la parte de exploración y producción, dejar de invertir en crecimiento, y concentrarse en solo del tipo de mantenimiento, una desaceleración, y dependencia del presupuesto que la administración de a la empresa productiva del estado para incorporar nuevas reservas.
- La posible desaparición total o parcial de PEMEX internacional PMI, o solo dejarla para la importación de combustibles, en el caso de no poder cubrir toda la demanda ante la tendencia en el incremento del parque vehicular.
- Pemex Exploración y producción, y algunos privados deberán adaptarse a las nuevas condiciones del precio tazado de venta interna de acuerdo con las políticas que emanen. Pudiendo llegar establecer un costo de comercialización que cubran los costos de producción y administración, y que den como resultante venderlo a punto de equilibrio. Es decir, vender a cero ganancias. Esto podría traer como consecuencia cancelación de contratos, y estresar más a PEMEX con poco presupuesto en hacer todo.
- Las refinerías de México, a ciencia cierta no sabemos con el dinero que le estamos metiendo, cuanto es la vida útil que tendrán, recordemos que la de Madero data de 1914, y la última inaugurada de 1979. Estamos cambiando el motor de las refinerías, pero estamos dejando el mismo chasis. Aquí la pregunta, este dinero que metemos ahorita de las refinerías hasta que tiempo tenemos para poder operar, hasta que de nuevo haya que meter dinero.
Ante esta nueva política, al llegar al 2024 que sigue o quien le dará continuidad, o estaremos tarde para insertarnos de nuevo al mercado mundial.
El futuro no espera, el presente ya fue.
Tabla para tomar una decisión si es correcto o no.
Puede observar cómo han descendido las metas en cada escenario de cada año presupuestal.