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La actividad económica mexicana enfrentó durante el 2020 una de las caídas más profundas en su historia. De acuerdo con cifras desestacionalizadas del INEGI, el Producto Interno Bruto (PIB) del país descendió 8.5% en su comparativo anual, al ser impactado de manera directa por la pandemia de COVID-19 y sus efectos consecuentes, así como por las medidas implementadas para contener su propagación.
Durante el cuarto trimestre del año, la actividad económica se contrajo en 4.5%, crecimiento superior al proyectado tanto por especialistas como por organismos internacionales. Sin embargo, la profundidad y longevidad de los impactos económicos del coronavirus ha sido disímil entre sectores.
Las actividades primarias fueron las que se vieron resentidas en menor medida, al decrecer sólo la primera mitad del año, alcanzando así, un crecimiento anual de 2.0% durante 2020. Por su parte, las actividades secundarias, que registraron la peor caída durante segundo trimestre, al descender 25.2%, repuntaron en la segunda mitad del año, tal que la contracción anual fue de 10.2%. Por último, el sector servicios se recuperó, aunque de manera menos pronunciada, del marcado descenso observado durante el segundo trimestre de 2020, al registrar un crecimiento anual de -7.9% en 2020.
En este contexto, destaca la trayectoria de los ingresos del sector de las telecomunicaciones, al registrar una caída anual de sólo 0.4%, es decir, 8.1 puntos porcentuales inferior al nivel alcanzado por la economía en su conjunto. Ello, ratifica la esencialidad de las telecomunicaciones para las personas, hogares, gobierno y empresas al dar soporte a la vida social, educativa, informativa, cultural, romántica, de entretenimiento y por supuesto, productiva, durante la presente pandemia.
Telecomunicaciones en el 4T-2020 y 2020
En números absolutos, la contabilidad de ingresos ascendió a los $131,825 millones de pesos (mdp) en el cuarto trimestre de 2020 (4T-2020), 1.5% menos que en el 4T-2019. En términos anuales, la provisión de servicios de telecomunicaciones generó $498,332 mdp en el agregado anual, cifra que, como se había referido previamente, equivale a un decrecimiento anual de 0.4%. Sin embargo, la trayectoria varía drásticamente en su segmentación por los mercados componentes: fijo, móvil, TV de paga y servicios convergentes.
Ingresos de Telecomunicaciones: 2020 vs. 2019
(Miles de Millones de Pesos)
El segmento fijo, que agrupa a los operadores que tradicionalmente sólo ofrecían servicios de telefonía e internet (es decir, se excluye a los operadores cableros), registró en 2020 la mayor caída de ingresos equivalente a 5.6%, con una contabilidad de $95,032 mdp. Esta trayectoria descendiente vigente durante los cuatro trimestres del año se acentuó a partir del segundo, como consecuencia de la baja de ingresos registrada en el componente de telefonía fija que no pudo ser compensada por aquellos correspondientes del subsegmento de banda ancha.
Por su parte, el segmento móvil destaca por sólo decrecer 2.3% en términos anuales con una cifra absoluta equivalente a los $286,820 mdp, es decir, 6.2 puntos porcentuales menos que la economía en su conjunto. En su dinámica trimestral, durante 2020, sólo durante el primero y el tercero se registró un comportamiento contracíclico de los ingresos de este mercado. Destaca la caída de 3.8% durante el cuarto trimestre, periodo que suele ser el de mayor crecimiento durante el año, incluso a pesar de que la contracción anual del PIB fue inferior respecto a la del trimestre inmediato anterior. Ello se explica, principalmente, al comportamiento alternante observado en los ingresos provenientes del componente de equipamiento, afectado por el cierre de actividades mandatado durante el segundo y cuarto trimestre del año.
PIB e Ingresos de Telecomunicaciones:
Crecimiento Anual (%)
Por su parte, el segmento de TV de paga, que agrupa los ingresos de los operadores convergentes (que ofrecen TV, telefonía fija e internet), fue el de mejor desempeño al interior del sector al generar $116,480 mdp, cifra 9.6% superior a lo generado durante 2019. Este crecimiento es explicado, principalmente, por el incremento significativo de los ingresos provenientes del servicio de banda ancha, al asignarse una mayor valoración a disponer de este, ante el confinamiento social.
Prospectiva para 2021
Como se detalló anteriormente, el comportamiento de la actividad económica durante el 4T-2020 fue mejor al esperado, ello generó una marcada mejoría en las previsiones de crecimiento para el 2021. De acuerdo con el reporte trimestral más reciente de la junta de gobierno del Banco de México, el pronóstico de crecimiento para este año pasó de 3.3% a 4.8%. Por su parte, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) proyectó previamente un rango de crecimiento de entre 3.6% y 5.6%, publicado en el Paquete Económico 2021, a uno nuevo de entre 5.0% y 5.5%.
Esta dinámica permite augurar un mejor desempeño para el sector de las telecomunicaciones. Estimaciones oportunas elaboradas por The Competitive Intelligence Unit (The CIU) prevén un crecimiento en los ingresos del sector para 2021 entre 3.5% y 6.5% en términos anuales, con un escenario promedio de 4.7%. Aunque esta trayectoria de repunte se asemeja a la proyectada para la economía en su conjunto, representa una recuperación absoluta de la crisis, a pesar de la magnitud de decrecimiento registrada durante el 2020.
Pronósticos 2021: PIB e Ingresos Telecom
(Escenarios de Crecimiento Anual, %)
No obstante, aún se debe continuar con el seguimiento puntual del balance de impactos detonados por la pandemia sobre este sector, puesto que no existe precedente para anticipar la profundidad y longevidad de sus distorsiones en esta y otras industrias integrantes del aparato productivo nacional.
El principal factor de impulso de crecimiento será la redinamización de la actividad económica, la reapertura de negocios, la recuperación en los niveles de movilidad y consecuentemente, la mayor capacidad de compra por parte de los usuarios mexicanos. Asimismo, el ‘empujón digital’ provocado por la crisis pandémica detonará la contratación y consumo de servicios de conectividad.
Carlos Hernández