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La producción de manufacturas, el principal motor de la recuperación económica de México, se contrajo 0.5 por ciento a tasa mensual en enero. Es probable que la actividad también haya caído en febrero por el paro temporal de la producción a raíz de las heladas en el sur de Estados Unidos. A este efecto también habría que agregar un retroceso en la distribución de gas natural.
De esta forma, la producción industrial creció 0.2 por ciento a tasa mensual en enero (cifras desestacionalizadas). La caída en las manufacturas fue del orden del 0.5 por ciento fue contrarrestada por un sorpresivo repunte en la construcción en 1.5 por ciento mes a mes. En ese sentido, la producción total retrocedió 4.9 por ciento respecto a enero de 2020. Por categorías, la construcción mostró la caída más pronunciada de 10 por ciento, anualizada. En cuanto a las manufacturas cayó 3.4 por ciento anualizada, sobresalen las caídas en fabricación de prendas de vestir en 28.6 por ciento; madera se contrajo 14.4 por ciento y fabricación de equipo de transporte 12.3 por ciento.
Del lado positivo, destaca la recuperación de los productos derivados del petróleo y del carbón en 15.5 por ciento; equipo y accesorios para la generación de energía eléctrica 9.8 por ciento, así como equipo de tecnología y accesorios electrónicos 7.8 por ciento.
“A pocos días de alcanzar 100 millones de vacunas administradas, la economía de Estados Unidos se mantiene sobre una firme trayectoria de expansión. Al igual que el empleo, los sectores más golpeados por la pandemia (turismo, transportación, servicios de hospitalidad y esparcimiento) podrían reactivarse de forma importante”, indican en su informe analistas de Invex.
Al respecto indicaron que, el día de ayer, el presidente Biden declaró que todos los adultos en Estados Unidos podrían ser elegibles para vacunarse a más tardar el 1° de mayo. Este impulso, aunado al tercer paquete de estímulos fiscales firmado ayer por Biden, han generado optimismo en el mercado.
“Los pronósticos de crecimiento para la economía norteamericana continúan al alza y aunque el tercer paquete de ayuda ya estaba descontado desde diciembre, el acelerado proceso de vacunación en Estados Unidos nos llevó a incrementar el pronóstico para el crecimiento del PIB de este país de 4.0 por ciento a 5.0%. En consecuencia, y a pesar que todavía no detectamos elementos que justifiquen un mayor crecimiento de la demanda interna, nuestro estimado para la expansión del PIB de México aumentó de 3.5 por ciento a 4.0 por ciento”.
De nuevo, agregaron los analistas consultados, este ajuste responde a perspectivas más favorables para el principal socio comercial del país, así como un importante envío de remesas ante los estímulos económicos que recibirán millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos. A menos que se acelere el proceso de vacunación en México, es probable que la demanda interna se mantenga estancada.
Los datos de empleo han sido decepcionantes.
“La inversión no repunta (creemos que el dato de construcción de enero fue atípico) y el consumo tampoco. El gasto del Gobierno mantendrá una línea de austeridad a pesar de la crisis”, finalizaron.