Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 45 segundos
La actividad económica de México registró en enero pasado una caída a tasa anual de -4.4% de acuerdo con un índice adelantado publicado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) el viernes, su mayor contracción desde enero de 2009.
El indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que anticipa el desempeño del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), crucial para entender la trayectoria del PIB, arroja que enero de este año, las actividades secundarias y terciarias se estimaron con declives de -4.1% y –5.4% contra enero de 2020, respectivamente.
Las actividades secundarias están representadas por aquellos sectores que crean productos terminados listos para su consumo, mientras que el subsector terciario se refiere a los sectores del comercio y los servicios.
A tasa trimestral, México había iniciado a partir del tercer trimestre de 2020 una recuperación frente a las secuelas provocadas por el Covid-19, cuando la economía creció +12.1%, mientras en el último tramo, entre octubre y diciembre, lo hizo en +3.1%.
El bache en el que ha caído la economía en el arranque de 2021 respondería en buena parte a nuevos confinamientos ante un deterioro del semáforo epidemiológico, de acuerdo con expertos.
Un reporte del banco local Banorte indica que sus estimados apuntan a un crecimiento económico de apenas 0.2% en enero frente a diciembre.
“De ser así, la recuperación que comenzó en junio de 2020 se detendría, con el primer trimestre probablemente en un entorno de mayores retos”, advirtió. El banco anticipa que en entre enero y marzo, la economía de México exhibiría una contracción de 0.3% respecto al último cuarto de 2020.
En su reporte de enero sobre perspectivas de la economía nacional, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, IMEF, sentenció que el País requiere acciones más concretas para preservar el empleo e incentivar las inversiones, las cuales se han visto afectadas por recientes decisiones de política pública, como la propuesta preferente del Ejecutivo para reformar la Ley de la Industria Eléctrica, en medio de una crisis de desabasto de gas natural proveniente de Texas, necesaria para la operación de industrias asentadas en México.
“Es fundamental estimular el crecimiento de la inversión como elemento central de la generación de empleo y la recuperación de la demanda interna…”
“La ausencia de un plan de recuperación profundizará el daño sobre la planta productiva nacional y prolongará la duración de la recuperación, con el consecuente impacto negativo sobre el bienestar de las familias mexicanas” sentenció la organización.
Al cierre de 2020, México sufrió un hundimiento de casi 12% por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), que se refiere a la derrama económica de capital extranjero en proyectos productivos.
La a Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo más reciente indica que entre octubre y diciembre pasados la población ocupada sufrió una pérdida de 2.4 millones de puestos de trabajo.
La pérdida se vio reflejada principalmente por la caída de la ocupación en el sector terciario (especialmente restaurantes y servicios de alojamiento) pero también por la disminución de la ocupación en los micronegocios, por condiciones de informalidad y por un aumento de la desocupación y la subocupación.