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Como parte de un consorcio, la empresa regiomontana RECSA ganó un contrato en Colombia para la construcción de la Manija Matriz del Acueducto y obras complementarias, que confirman la fase II de la rehabilitación del tramo 3 de la Línea Tibitoc – Casablanca en Bogotá, convocada por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá – EAAB.
Se trata de un proyecto de infraestructura hidráulica de altas especificaciones que exigió la alianza entre los Topos Hidromecánicos Mexicanos, especialistas al hincado de tubería de concreto para drenajes pluviales y sanitarios; Yamil Sabbagh Construcciones, especialista en obras de saneamiento, acueducto y alcantarillado; y RECSA, desarrolladora de proyectos de infraestructura con experiencia comprobada en cuestiones hídricas, garantizaron la presentación de un proyecto sólido e integral.
Humberto Armenta, presidente del Consejo de Administración de RECSA, logró uno de los contratos más complejos en esa ciudad. El acueducto Tibitoc – Casablanca fue construido en 1972, tiene una longitud aproximada de 53.2 kilómetros y suministra el agua al 30% de la ciudad de Bogotá. Asimismo, fue concebida como una conducción troncal, es decir, es una tubería de gran diámetro que tiene derivaciones a lo largo de su trayecto.Armenta es un ingeniero civil con un claro enfoque en innovación y desarrollo de nuevas técnicas para enfrentar los desafíos para la administración del agua. En Monterrey no logró un contrato para construir un acueducto pero alcanzó su objetivo con este consorcio que ejecutará un proyecto por más de 77 millones de dólares. “Hay que necearle..”, dice en un tono de broma Humberto Armenta en un momento clave para las compañías mexicanas que buscan crecer dentro o fuerta del país. El acueducto que pretendía construir RECSA llevaría agua del Río Pánuco a la Ciudad de Monterrey. El nombre de Higa apareció entre los participantes del consorcio y la sombra de la Casa Blanca nubló los sueños de Armenta. Ahora lo hace realidad en Colombia. En México para enfrentar la crisis del agua, además de un buen momento político, no sólo se necesitan grandes acueductos para traer agua de ríos; se necesita un redimensionamiento de los recursos hídricos que llegan a los mantos acuíferos someros. Sería un buen proyecto para expertos como los que encabeza RECSA y algunos funcionarios del Servicio de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) que plantearan opciones y normas para cuidar el agua con la que cuentan las poblaciones; que no sea sólo el tranposrte de agua de ríos o lagunas la única opción para el suministro de este recursos.Cada año, miles de construcciones que realizan excavaciones para edificar estacionamientos encuentran recursos hídricos que tienen como destino el drenaje. En la Ciudad de México no son pocos los casos y, expertos en el tema, me dicen que en el norte del país también se han documentado muchos casos. ¿Por qué no se aprovechan esos recursos? ¿Por qué en otros países sí se aprovechan los mantos acuíferos someros? La incertidumbre en el suministro de agua es un argumento que se contrapone a esta situación mientras los desarrollos inmobiliarios siguen avanzando sin una norma que los obligue a vigilar el uso de recursos disponibles en las comunidades.