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El escenario que observa Banxico confirma los riesgos y eleva la tasa a 7.75 por ciento, 25 puntos, desde 7.50 por ciento; en una decisión unánime de la Junta de Gobierno, anunciada este jueves.
Con ello, se confirma que mantiene una política monetaria alineada a las decisiones de la Fed estadunidense, que la semana anterior incrementó también en 25 puntos su tasa de interés.
En cuanto a los escenarios de riesgos para la inflación, el banco central considera en su comunicado que hay un sesgo al alza, mientras que para la economía el sesgo es a la baja.
La Junta de Gobierno del banco central indicó que mantendrá una política monetaria prudente y firme y que actuará de manera oportuna frente a las condiciones de la formación de precios.
Consideraciones de Banorte
En nuestra opinión, el comunicado apunta a que la autoridad monetaria ha dejado la puerta abierta para más alzas hacia delante, particularmente ante una depreciación significativa del tipo de cambio.
Como ha sido el caso en los últimos comunicados, la autoridad monetaria no modificó los principales factores a los que se mantendrá vigilante hacia delante, cuya evaluación es:
- Traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio: Al hablar de los riesgos al alza de la inflación “…destaca que la cotización de la moneda nacional continúe presionada en respuesta tanto al entorno de mayores tasas de interés externas y de fortaleza del dólar, como a la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN y al proceso electoral del presente año…”
- Posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos: “…en Estados Unidos se espera un repunte más fuerte de la actividad económica, en parte en respuesta al estímulo fiscal adoptado, lo cual en un contexto de baja holgura, puede conducir a mayores presiones sobre la inflación…”
- Las condiciones de holgura de la economía: Banxico reconoce que la mayor actividad económica en 1T18 “…condujo a cierto estrechamiento en las condiciones de holgura de la economía…”
Con respecto al balance de riesgos para la inflación, la Junta de Gobierno de Banxico considera que se ha incrementado el riesgo de que presente “…un ritmo más lento de convergencia a su objetivo que el previsto anteriormente…”
Consideraciones de Monex
El tono del comunicado resultó hawkish al resaltar la materialización de los riesgos.
Derivado de esto, Banxico señaló que, desde la última reunión de política monetaria de mayo, el balance de riesgos para la inflación se deterioró y mantiene un sesgo al alza, en un entorno de elevada incertidumbre.
El organismo mencionó que se ha incrementado la posibilidad de que la inflación presente un ritmo más lento de convergencia a su objetivo de 3 por ciento “de no modificarse la postura monetaria”.
A esta frase consideramos que se le pueden dar dos interpretaciones:
La primera es que el organismo esté dejando abierta la posibilidad de incrementar la tasa de referencia más adelante.
Y la segunda, es que podrían modificar sus estimados de inflación para este y el próximo año, recalcando la dificultad para llegar al objetivo de 3.0 por ciento.
Consideraciones de Invex
El escenario de riesgos se mantiene altamente incierto, donde se destaca que el peso continúe presionado tanto por el entorno de mayores tasas de interés externas y de fortaleza del dólar, como a la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN y al proceso electoral.
Los miembros no descartan un deterioro del panorama inflacionario, por lo que se deja abierta a los incrementos adicionales.
Consideramos que el comunicado presenta un sesgo más restrictivo a lo adoptado anteriormente, aunque el espacio para incrementos adicionales es reducido.
Consideraciones de Ve por Más
Reiteraron en dos ocasiones la frase “marcada incertidumbre” y en seis la palabra incertidumbre. Percibimos un sesgo hawkish en el documento.
De nueva cuenta, Banxico hizo mención a que su actuar será prudente y firme, para hacer frente a riesgos de que la convergencia de los precios de la economía tarde más en lograr llegar al objetivo de 3.0 por ciento.
Expectativas de Banorte
Esperamos que una vez que se reduzcan los precios de referencia la inflación continuará con su convergencia al objetivo inflacionario, cerrando el año en 4.3 por ciento.
Mientras que esperamos que el peso mexicano observe un rally post-electoral.
En este contexto, consideramos que Banxico mantendrá la tasa de referencia en el nivel actual en un horizonte de 18 meses.
Expectativas de Monex
En nuestro estimado, prevemos que este fue el último incremento en la tasa de referencia en el 2018, por lo que cerraría el año en 7.75 por ciento.
Este escenario considera:
- la disipación de algunos riesgos que han presionado a la moneda mexicana;
- que el precio del petróleo no se incremente de manera desproporcionada;
- que la inflación converja a nuestro objetivo de 4.0 por ciento a finales de año; y,
- que la Reserva Federal solo realice un incremento adicional en su tasa de referencia en el 2018.
Expectativas de Invex
Nuestro escenario base contempla una reducción de la incertidumbre que rodea el resultado electoral y la negociación del TLCAN en los próximos meses, lo que daría pie a una disminución en las presiones sobre el tipo de cambio.
Además, las presiones internacionales para moderar el crecimiento de los precios de crudo podrían limitar el incremento adicional de los precios energéticos.
Esperamos que la tasa de referencia se mantenga sin cambios hasta finales del año, aunque no descartamos incrementos adicionales en caso de que haya un mayor deterioro del balance de riesgos para la inflación.
Expectativas de Ve por Más
Pensamos que cualquier materialización de los elementos inciertos, tendrán un impacto observable (y relevante en términos de magnitud) en la economía real en 2019.
En documentos previos, el banco central había mencionado como fecha de logro de la convergencia de la inflación en 2019, ahora no señaló una fecha específica.
Respecto a los aranceles al acero y aluminio y otros productos de importación, coincidimos en que su efecto en la inflación será acotado y de corta duración.
Sin embargo, desde nuestro punto de vista, un escalamiento en la guerra comercial, sí tendrá efecto mayor en los precios de la economía.
Ante ello, parece prudente mantener el tono restrictivo en su comunicado.
A continuación, el texto íntegro del Banco de México.
Anuncio de política monetaria
La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido incrementar en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75 por ciento.
Los indicadores disponibles sugieren que la economía mundial aumentó su ritmo de expansión durante el segundo trimestre de 2018.
No obstante, se advierten indicios de divergencia entre las principales economías avanzadas.
En particular, en Estados Unidos se espera un repunte más fuerte de la actividad económica, en parte en respuesta al estímulo fiscal adoptado; lo cual, en un contexto de baja holgura, puede conducir a mayores presiones sobre la inflación.
Así, como se anticipaba, la Reserva Federal incrementó en 25 puntos base el rango objetivo para la tasa de fondos federales en junio.
Adicionalmente, reiteró su previsión de aumentos graduales para dicha tasa y su expectativa de que la inflación se ubicará alrededor de su objetivo simétrico de 2 por ciento en el mediano plazo.
Si bien los pronósticos de crecimiento para la economía mundial para 2018 y 2019 se han mantenido prácticamente sin cambio, ha aumentado la incertidumbre en el corto plazo y se han acentuado los riesgos a la baja para el mediano plazo.
Entre estos destacan un aumento en las medidas proteccionistas, un posible apretamiento en las condiciones financieras derivado de sorpresas inflacionarias, y el escalamiento de riesgos geopolíticos.
Mayor aversión al riesgo global
En este entorno, se ha observado un fortalecimiento generalizado del dólar y una mayor aversión al riesgo a nivel global.
A ello también han contribuido las tensiones en materia comercial y otros factores de índole geopolítico.
Todo ello ha conducido a una recomposición de carteras de inversión hacia activos más seguros.
En este contexto, la mayoría de las divisas de economías emergentes registraron una depreciación considerable y una mayor volatilidad.
En el caso de México, desde la última decisión de política monetaria el peso presentó una depreciación adicional y un aumento en la volatilidad.
Dicho comportamiento estuvo influenciado tanto por el entorno externo adverso antes descrito, como por otros factores, tales como la falta de acuerdos en el proceso de renegociación del TLCAN y la incertidumbre asociada al proceso electoral.
Por su parte, las tasas de interés presentaron incrementos, especialmente las de menores plazos.
Reactivación económica en México
En el primer trimestre de 2018 la actividad económica en México continuó mostrando una reactivación, incluso a un ritmo mayor al observado en el trimestre previo, lo cual condujo a cierto estrechamiento en las condiciones de holgura de la economía.
Si bien, como se anticipaba, los indicadores oportunos para el segundo trimestre sugieren cierta desaceleración de la actividad económica, se mantiene la previsión para el año.
Al respecto, ante la incertidumbre derivada del complejo entorno que enfrenta la economía, se considera que el balance de riesgos para su crecimiento continúa sesgado a la baja.
Anclaje a las expectativas inflacionarias
La política monetaria adoptada para mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazos, aunada al cumplimiento de las metas fiscales y a la resiliencia que ha mantenido el sistema financiero, han contribuido a que la economía mexicana esté en mejor posición para enfrentar escenarios adversos.
No obstante, se prevé que la economía seguirá transitando por un panorama complejo, tanto en el ámbito externo como en el interno, lo que hace particularmente relevante que, además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
Inflación a la baja de manera constante
La inflación general anual continuó disminuyendo, al pasar de 4.55 por ciento en abril a 4.51 por ciento en mayo.
En particular, la inflación subyacente se redujo de 3.71 a 3.69 por ciento en este periodo, en respuesta a las acciones de política monetaria y al desvanecimiento de los choques que la afectaron el año pasado.
Por su parte, la no subyacente disminuyó de 7.07 a 6.99 por ciento en el mismo lapso, derivado en buena medida de reducciones en los precios de productos agropecuarios, las cuales fueron parcialmente contrarrestadas por incrementos en los de las gasolinas y del gas L.P.
Las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 se ajustaron de 3.98 a 3.94 por ciento de abril a mayo, mientras que las de mediano y largo plazos permanecieron alrededor de 3.50 por ciento.
Se materializan riesgos inflacionarios
La disminución de la inflación registrada en los primeros cinco meses de 2018 es congruente con la trayectoria convergente de la inflación hacia su meta prevista en el último Informe Trimestral.
No obstante, algunos de los riesgos al alza para la inflación señalados por este instituto central han comenzado a materializarse.
De manera particular, se ha observado una mayor depreciación del tipo de cambio y presiones sobre los precios de las gasolinas y del gas L.P. asociadas a incrementos en sus referencias internacionales.
En caso de persistir estos factores, se afectaría el ritmo de disminución de la inflación.
Por lo que se refiere a los aranceles impuestos por Estados Unidos y las medidas equivalentes anunciadas recientemente por México, se estima que su impacto sobre la inflación sea acotado y de corta duración.
Tomando en cuenta lo anterior, se ha acrecentado el riesgo de que la inflación presente un ritmo más lento de convergencia a su objetivo que el previsto anteriormente, lo que podría retrasar el logro del objetivo de 3 por ciento de no modificarse la postura monetaria.
Escenario de marcada incertidumbre
El escenario anterior continúa sujeto a riesgos y a una marcada incertidumbre.
Entre los principales riesgos al alza, destaca que la cotización de la moneda nacional continúe presionada en respuesta tanto al entorno de mayores tasas de interés externas y de fortaleza del dólar, como a la incertidumbre asociada a la renegociación del TLCAN y al proceso electoral del presente año.
Al respecto, es importante aclarar que, en caso de que la economía enfrente un escenario que requiera un ajuste del tipo de cambio real, el Banco de México estará atento a que éste se dé de manera ordenada y sin efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios.
Por otro lado, persiste el riesgo de continuar enfrentando presiones al alza en los precios de algunos energéticos o de enfrentar choques en los precios de los bienes agropecuarios.
Además, considerando las condiciones cíclicas de la economía, la evolución de los costos unitarios de la mano de obra podría presionar a la inflación.
En cuanto a los riesgos a la baja que podrían presentarse, destaca una posible apreciación de la moneda nacional en caso de que se alcanzara un resultado favorable en las negociaciones del TLCAN.
En suma, el balance de riesgos respecto a la trayectoria esperada para la inflación se deterioró desde la última decisión de política monetaria y mantiene un sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre.
Decisión unánime
Para guiar sus acciones de política monetaria, la Junta de Gobierno da seguimiento cercano a la evolución de la inflación respecto a su trayectoria prevista, considerando la postura monetaria adoptada y el horizonte en el que ésta opera, así como la información disponible de los determinantes de la inflación y sus expectativas de mediano y largo plazos, incluyendo el balance de riesgos para estos.
Considerando que algunos riesgos para la inflación han comenzado a materializarse, y que se ha deteriorado el balance de riesgos para esta, lo cual podría afectar el proceso de convergencia de la inflación a su meta, la Junta de Gobierno ha decidido por unanimidad incrementar en 25 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75 por ciento.
Posición prudente y firme
Hacia adelante, la Junta mantendrá una postura monetaria prudente y continuará dando un seguimiento especial al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios, a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos y a la evolución de las condiciones de holgura en la economía.
Ante la presencia y posible persistencia de factores que, por su naturaleza, impliquen un riesgo para la inflación y sus expectativas, la política monetaria se ajustará de manera oportuna y firme para lograr la convergencia de esta a su objetivo de 3 por ciento y fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazos para que estas alcancen dicha meta.
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