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Finalmente, Donald Trump oficializó su guerra arancelaria con gravámenes a las importaciones estadunidenses de acero y aluminio, que serán de aplicación universal, excepto para México y Canadá, países que fueron condicionados a aprobar la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) a su satisfacción, de otra manera se rompe.
Las sanciones que entrarán en vigor el próximo día 23, contienen un riesgo adicional, dado que Trump exigió a ambas naciones que “tomen medidas para evitar el transbordo de artículos de acero hacia Estados Unidos”.
Tras la exclusión temporal y condicionada de Trump, la Secretaría de Economía (SE) de México informó que “el proceso de negociaciones para la modernización del TLCAN sigue su curso de manera normal”.
En cambio, la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, fue más clara cuando dijo que, trabaja en la modernización del TLCAN para los mejores intereses de los canadienses y que el anuncio de la Casa Blanca no cambia eso.
La SE reprochó de manera indirecta el sentido indiscriminado de las disposiciones firmadas por Trump este jueves, cuando señala que, “ante el exceso de capacidad en la producción global de acero, México tomó medidas oportunas y efectivas para defender a nuestra planta productiva, incrementando nuestros aranceles hacia los países generadores de esa sobrecapacidad”.
Dichas medidas se hicieron conforme los procedimientos establecidos por la Organización Mundial del Comercio (OMC), instancia que continúa trabajando al igual que otras, para alcanzar una solución de largo plazo a los problemas de sobreproducción, insistió la SE.
En Canadá, Freeland expuso el esfuerzo del gobierno de su país por lograr la exención de los aranceles al acero y al aluminio, que continuará hasta que levanten de manera total permanente.
Agregó la canciller que, su enfoque estará guiado por un fuerte deseo de respetar y mantener el orden internacional basado en normas que Canadá y Estados Unidos ayudaron a construir.
Se firma el TPP 11 en Chile
De manera paralela, este miércoles los ministros de los 11 países que integran Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, por sus siglas en inglés) formalizaron su constitución en Santiago, Chile.
De esa manera, Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam lograron materializar los beneficios del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), tras la salida de Estados Unidos, en enero de 2017.
El CPTPP es un nuevo acuerdo que incorpora el contenido del TPP original, cuyo texto no sufrió cambio alguno, con excepción de una lista de 22 disposiciones que quedarán suspendidas.
Con el CPTPP, los productos mexicanos tendrán acceso a seis nuevos mercados (Australia, Brunéi Darussalam, Malasia, Nueva Zelandia, Singapur y Vietnam) y que, en conjunto suman 155 millones de consumidores potenciales. Asimismo, el CPTPP permitirá a México profundizar el acceso al mercado agroalimentario de Japón y consolidar las preferencias arancelarias con Canadá, Chile y Perú.
Tras la firma del CPTPP, cada uno de los países participantes emprenderá sus respectivos procesos internos para su ratificación. En el caso de México, el texto del Tratado será enviado por el Ejecutivo Federal al Senado de la República, para su análisis y eventual aprobación.
El CPTPP entrará en vigor 60 días después de que al menos seis de los países signatarios notifiquen por escrito la ratificación del Tratado a Nueva Zelandia, país depositario del Tratado.
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