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Las cifras revisadas del trimestrales del producto interno bruto (PIB) confirman el estimado oportuno de 1.8 por ciento y de 2.3 por ciento para la primera mitad del año. Además, el Inegi dio a conocer el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de junio que muestra un crecimiento anual de 2.4 por ciento.
Los datos fueron recibidos de diferente manera. Por ejemplo, Scotiabank, considera una lectura positiva, pese al menor dinamismo comparada con el año previo cuando en el primer semestre se logró un crecimiento de 2.6 por ciento.
En cambio, Finamex hizo ver que hay una diferencia negativa de los datos desestacionalizados del segundo trimestre (0.6 por ciento) respecto al comportamiento del primer trimestre que fue de 0.7 por ciento.
Invex indicó que el informe completo del PIB no mostró cambios importantes respecto a la versión preliminar. Las actividades primarias (agropecuarias) crecieron 0.7 por ciento a tasa anual y las terciarias (servicios) se expandieron 3.2 por ciento, inferior al 3.7 por ciento registrado en el primer trimestre.
Al interior del sector servicios se observó una ligera desaceleración en los rubros de comercio, transporte y servicios inmobiliarios, mientras que los servicios financieros y de información en medios masivos se aceleraron.
Por el lado negativo, el sector industrial se contrajo 1.1 por ciento. Los datos señalan que la crisis del sector minero (-8.5 por ciento) y la debilidad en la inversión en construcción (-1.5 por ciento) se mantienen como principal lastre del sector. Sin embargo, sector manufacturero ha resistido la incertidumbre que rodea la renegociación del Tratado de Libre Comercio y creció 2 por ciento.
La comparación trimestral ajustada por estacionalidad el sector servicios creció 0.8 por ciento respecto al trimestre anterior, mientras el industrial mostró una variación nula y el agropecuario se contrajo 1.9 por ciento.
Invex es optimista, pero expectante
Sobre esta base, Joan Enric Domene, analista económico en Invex, señala que mantienen la expectativa de crecimiento en 1.9 por ciento para este año, aunque destacamos que la economía ha resistido mejor a lo esperado el panorama de incertidumbre que generó la nueva administración estadounidense.
Además, el riesgo de que se materialicen los escenarios negativos más extremos se ha reducido, por lo que no descartamos una revisión al alza en los próximos meses, agrega Domene.
El escenario induce a una baja de pronóstico: Finamex
Para el director de Estrategias de Mercado de Finamex, Guillermo Aboumrrad, el crecimiento trimestral podría desacelerarse a 0.5 por ciento y 0.4 por ciento en los siguientes dos trimestres de este año.
El consumo privado ha comenzado a mostrar señales de agotamiento, en particular por las altas tasas de interés. La tasa de interés real de un año, en 3.4 por ciento está muy por encima del nivel que Banxico considera neutral de corto plazo de 1.0 por ciento. Es decir, la tasa real es restrictiva, y está bien para atacar las presiones inflacionarias.
(La tasa real se define como la tasa nominal de un año 7.2 por ciento menos la inflación esperada para los próximos 12 meses de 3.8 por ciento.)
Con base en estas consideraciones, el crecimiento del PIB para todo el año quedaría en 2.2 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, agregó Aboumrad.
La incertidumbre del proceso electoral en 2018 pudiera retrasar la baja de la tasa de referencia dejando las tasas de interés reales muy altas afectando al consumo privado. Las condiciones para bajar la tasa de referencia estarían ahí tan pronto como para la reunión de febrero de 2018, una vez que la inflación de los últimos doce meses caiga de 6 por ciento en diciembre de este año a 4.9 por ciento en enero de 2018. Sin embargo, la incertidumbre electoral y la posible depreciación del peso en dicho periodo pudieran hacer oportuno retrasar el comienzo del ciclo de bajas hasta que culmine el proceso electoral. En este contexto, la tasa real alta estaría frenando al consumo privado.
Por otra parte, dice Aboumrad, la incertidumbre del TLCAN que ha afectado a la inversión privada desde 2016 y pudiera extenderse todavía al primer semestre de 2018, se le sumaría la incertidumbre electoral y las altas tasas reales.
Por su parte, la SHCP realizará un doble recorte adicional a la inversión pública en 2018: para acomodar el mayor gasto de pensiones del sector público y como parte de la consolidación fiscal.
Vale la pena recordar que la prudencia en el manejo de las finanzas públicas logró recuperar la confianza de las calificadoras de crédito. Con base en las consideraciones planteadas, esperamos que la economía crezca 1.8 por ciento en 2018, por debajo el crecimiento esperado para este año de 2.2 por ciento.
Monex, mantiene su expectativa de crecimiento
Por su parte, la casa bolsa Monex, refrendó su estimado de crecimiento para el país de 2.0 por ciento en 2017 y de 2.5 por ciento para 2018.
Reconoce que “el dato resalta la resiliencia de la economía mexicana sobre todo en el sector comercial y manufacturero que, aunque ambos muestran una disminución en las tasas de crecimiento, éstas siguen siendo positivas”.
Mantenemos nuestro estimado de crecimiento del PIB para este año en 2.0 por ciento y estaremos atentos a mayor información respecto a los avances de las renegociaciones del TLCAN y sus posibles cambios que podrían generar cambios estructurales en la economía de nuestro país, precisó Monex.