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En la Universidad del Valle de México (UVM) un liderazgo está presente: el de Bernardo González Aréchiga a quien los reporteros del sector financiero conocimos como vocal del IPAB y un eficaz funcionario en temas económicos.
Ahora como académico está generando un cambio en una universidad que ofrece opciones a miles de jóvenes en segmentos socioeconómicos menos favorecidos. González Aréchiga como rector de la UVM revisó los programas de estudio para iniciar nuevas licenciaturas dirigidas al sector de la energía. Interesante porque si bien uno de los grandes retos del país es la educación, el siguiente paso es la vinculación efectiva con áreas productivas. Eso está sucediendo en la UVM con las carreras enfocadas al sector de la energía. El accidente que sufrió la coinversión entre Pemex y Mexichem de Antonio del Valle demuestra la necesidad de contar con capital humano preparado en la nueva etapa de apertura del sector de la energía. Mexichem tuvo la suerte de contar con personal sindicalizado de Pemex en sus filas, pero es un hecho que las decisiones estratégicas las tomaban ya ejecutivos de la entidad privada.
En la UVM también avanza la vinculación con el sector financiero. Resulta que el examen para la certificación de expertos en prevención a problemas de lavado de dinero en el sector financiero que aplica la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) fue diseñado por el ITAM, el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), el Instituto Nacional de Ciencias Penales y la UVM en la época de González Aréchiga.