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Además de percibir salarios muy por abajo del mínimo, los jornaleros de San Quintín y sus familias no han tenido asistencia de salud porque el gobierno de Baja California no aportado recursos presupuestales para este fin, denunció el líder del Sindicato de la Secretaría de Salud y diputado local, Marco Antonio García Ayala.
En entrevista, destacó que una de las obligaciones que tiene las autoridades estatales es entregar el presupuesto que autorizó la Cámara de Diputados para ampliar el sistema de salud y lo que hemos observado en Baja California es que no se han afiliados a todos los jornaleros.
“El crecimiento en infraestructura es muy limitado porque el gobierno de Baja California ha traído una falta de pago en lo que corresponde a la aportación solidaria estatal, siendo el único estado que ha adoptado esta posición”, dijo el dirigente.
García Ayala destacó que si una empresa contrata a jornaleros tiene que por ley afiliarlos al Seguro Social, pero corresponde a las autoridades federales y locales hacer cumplir con este mandato para beneficio de los jornaleros y sus familias.
Por su parte, el senador del PT, Marco Antonio Blásquez Salinas propuso que la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos fije un ingreso base para el trabajo en el campo, determine las zonas geográficas correspondientes y disponga lo necesario para su inmediata aplicación.
En un punto de acuerdo, dijo que el olvido en que el “resto de la población hemos hundido a los jornaleros es tal que nadie reparó en que hace unos años el trabajo del campo fue eliminado de la tabla de los salarios mínimos generales”.
Añadió que cualquier persona que ingrese a la página de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos para saber cuál es el ingreso general en el campo, en contraste con la demanda de 200 pesos diarios de los paristas, se encontrará con la sorpresa de que no hay un indicador en el organismo especializado para determinar cuál es el nivel de vida digna para los jornaleros desde el punto de vista de sus salarios.
Respecto a las zonas rurales, en la tabla general de salarios mínimos generales únicamente aparecen los operadores de maquinaria agrícola con un salario diario de 102.75 pesos para la zona A y 100.23 pesos diarios en la zona B, así como el sueldo mínimo profesional para el vaquero ordeñador, con un ingreso diario de 88.60 y 85.90 pesos, respectivamente.
“Las labores para todos aquellos que siembran, riegan, escardan, cortan, cosechan, empacan, aplican fertilizantes, es decir, para quienes realizan jornadas en el campo, no se encuentran valoradas”, destacó.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2014, 6.8 millones de personas se dedican a las labores del campo como asalariados.
Casi 7 millones de personas no pueden invocar un salario base ya que la autoridad competente lo excluyó de su listas hace años.
La realidad, finalizó, es que quedan a merced de una negociación salarial caso por caso en la que el patrón puede reponer la mano de obra exigente y los campesino tiene la urgencia de cubrir el gasto familiar al día.