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Las autoridades mexicanas cuentan con una bolsa de, al menos, 735 millones de dólares para incorporar los bosques y las selvas del país al mecanismo internacional Redd+. No obstante que es uno de los mayores beneficiarios con donaciones financieras, el 90 por ciento de los recursos se derivan de deuda contratada ante el Banco Mundial.
Los países desarrollados, organismos multilaterales y organizaciones internacionales han puesto a disposición de las autoridades mexicanas, al menos, 735 millones 750 mil dólares desde 2008 –unos 9 mil 691 millones de pesos– para operar proyectos forestales relacionados con el mecanismo internacional de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada (Redd+) y discutir la Estrategia Nacional Redd+, revelan documentos, bases de datos y fuentes a las que tuvo acceso Fortuna.
De los más de 735 millones de dólares, únicamente el 8.4 por ciento –57 millones 250 mil dólares– corresponde a donativos, el resto –678 millones 500 mil dólares, el 91.6 por ciento– fue solicitado como préstamo al Banco Mundial (BM) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A iniciativa de Noruega, Redd+ es una propuesta de los países integrantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y tiene como objetivo reducir la emisión de gases de efecto invernadero por medio de la conservación de bosques o la restauración de las áreas forestales degradadas. Su funcionamiento se centra en otorgar compensaciones económicas, por parte de los países del Norte que tienen compromisos de reducción de emisiones en el Protocolo de Kioto, a los países del Sur para mantener en pie sus bosques, considerados “sumideros de carbono”.
Aunque se ha podido documentar la existencia de al menos diez fondos multilaterales para financiar el mecanismo Redd+ en los países del Sur, los donativos para México son mínimos, en comparación con la deuda contratada.
Endeudarse para ingresar a Redd+
Según información proporcionada por el Banco Mundial, a petición de las autoridades mexicanas, el organismo financiero internacional autorizó préstamos al país por 667 millones de dólares para proyectos relacionados con Redd+ y donó 28.8 millones de dólares más.
La suma –695.8 millones de dólares– se gestionó a través de fondos e instrumentos del Banco Mundial. A decir del organismo financiero, los recursos son depositados en el Fondo Forestal Mexicano (FFM), manejado por Nacional Financiera, Sociedad Nacional de Crédito (Nafin SNC). Para el control operacional de los programas, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) usa el Sistema de Gestión de Apoyos (Siga).
Los préstamos del BID
Además de los préstamos solicitados al BM, el Plan de inversión forestal (elaborado por la Conafor) revela que a través del Programa de Inversión Forestal, las autoridades mexicanas también solicitaron recursos al Banco Interamericano de Desarrollo. Al menos, 18 millones de dólares para destinarse a dos proyectos.
El primero, de 15 millones de dólares: 5 a manera de donativo y 10 como préstamo para “la creación de una línea de financiamiento destinada a las estrategias de emisiones bajas de carbono en los paisajes forestales”.
El segundo, de 3 millones de dólares: 1.5 en calidad de préstamo y 1.5 en calidad de donativo, se enfoca en el “fortalecimiento de la inclusión de ejidos y comunidades a través de asistencia técnica y la construcción de capacidades para llevar a cabo actividades de baja emisión de carbono en paisajes forestales”.
Los donantes
Con el objeto de asistir a los países para participar en el mecanismo Redd+, el Sistema de Naciones Unidas creó el programa ONU-Redd, conformado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El Programa ONU-Redd integra 29 países miembros, de los cuales se desprenden nueve experiencias piloto que son directamente apoyadas financiera y técnicamente para preparar y ejecutar estrategias nacionales Redd+.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través de Verania Chao, aclara a Fortuna que México es uno de los países miembros de ONU-Redd, pero no es apoyado financieramente con esta iniciativa.
“El Programa ONU-Redd ha promovido indirectamente intercambios de experiencias, orientaciones de política, capacitaciones, etcétera, que han contribuido al proceso de desarrollo de la Estrategia [Redd] en México”.
No obstante, reconoce que el PNUD ha gestionado tres contribuciones financieras para apoyar el fortalecimiento de las políticas forestales y la preparación de Redd+ en México.
La primera de ellas, en 2010, con la aportación de 50 mil dólares de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el proyecto regional denominado Policy 2012; la iniciativa Biodiversidad en bosques de producción y mercados certificados, ejecutada por el PNUD y financiada con 6.9 millones de dólares por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial o GEF (Global Environment Facility); y con el financiamiento de aproximadamente 15 millones de dólares del gobierno de Noruega, el PNUD apoya el desarrollo del proyecto Fortalecer el proceso de preparación de Redd+ en México y fomento a la Cooperación Sur-Sur.
Refiere el PNUD que, a través de la figura “asociado en la implementación” [sic], la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional Forestal administran y rinden cuentas por la gestión de los recursos, además del monitoreo, evaluación de las actividades y el logro de los productos.
Fondos y falta de transparencia
A la fecha no se conoce con certeza el nombre y número de fondos destinados al financiamiento de Redd+, sean estos públicos o privados, multilaterales o internacionales, tampoco el monto que han destinado cada uno de ellos a los países del Sur y si los recursos son entregados a las comunidades. Los portales de Internet reportan cifras que distan entre sí.
Pese a que, de acuerdo con información del PNUD, más de 40 países están en proceso de diseño de sus estrategias y políticas nacionales para Redd+, los organismos internacionales, así como las naciones no están obligados a informar de los avances, el uso de los recursos, las donaciones o los préstamos en portales confiables de consulta pública.
Para Daniel Sandoval, investigador en el Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), uno de los principales señalamientos a Redd+ es la falta de transparencia. “Hay poca claridad en el manejo de los fondos, no se sabe el destino de los recursos.”
Fortuna da cuenta de la existencia de 10 fondos multilaterales con información del Ceccam, la Organización de las Naciones Unidas y el Banco Mundial. Se trata de la Iniciativa Internacional para el Clima y los Bosques de Noruega; el Programa de Inversión Forestal; el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques; el Programa ONU-Redd; el Fondo para la Amazonia; la Iniciativa Internacional para Reducir las Emisiones de Carbono mediante la Protección de los Bosques (IFCI) de Australia; el Fondo Forestal para la Cuenca del Congo (CBFF); la Agencia Española de Cooperación Internacional; el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, y Redd+ Partnership.
La posición de la Conafor
No obstante lo anterior, en entrevista, Sergio Graf, coordinador general de Producción y Productividad de la Comisión Nacional Forestal y secretario del Comité Técnico Consultivo Redd+, únicamente reconoce el acceso a 33.8 millones de dólares provenientes de dos fondos del Banco Mundial: el Forest Carbon Partnership Facility y el Programa de Inversión Forestal.
Fortuna solicitó a la Conafor su posición frente a la diferencia en los montos, sin que al cierre de edición algún funcionario respondiera los cuestionamientos. José Díaz, director de Información y Análisis de la dependencia, señaló que “el maestro Graf contestó con lo que concierne a su coordinación. Hay recursos que se operan desde otras esferas de la Conafor. Hay más proyectos y más recursos internacionales, unos apenas están en proyecto y todavía no se operan, no se puede hacer una suma tan simple. Es complejo el asunto financiero, algunos son donaciones, otros no, tienen diversas categorías”.
Al cuestionar el destino de los 700 millones de dólares faltantes, la Conafor responde con un boletín de prensa fechado el 14 de febrero de 2013 en el que señala que “a través de diversos préstamos y donativos englobados en el Proyecto sobre Bosques y Cambio Climático, el organismo internacional [Banco Mundial] destina a México casi 700 millones de dólares”.
Agrega en el documento que el Proyecto forma parte de las acciones de preparación que México realiza para atender los compromisos que adquirió al adherirse al mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal.
“Se tiene contemplado que los beneficiarios clave serán alrededor de 4 mil ejidos y comunidades que participarían en los programas de incentivos y asesoría orientados por la demanda, respaldados por el proyecto a nivel nacional y en las áreas de acción temprana de Redd+”.