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Plaza de Santo Domingo, Ciudad de México
La gran diversidad natural y el vasto patrimonio cultural de México ha llevado a crear diferentes circuitos para recorrer el país. El Camino Real de Tierra Adentro es una ruta histórica de casi 2 mil 900 kilómetros que se creó en la época de la colonia y que iniciaba en la Ciudad de México y terminaba en Santa Fe, Nuevo México, en Estado Unidos.
También conocido como Camino de la Plata o Camino a Santa Fe, es el más antiguo y extenso del continente americano que fue trazado por los conquistadores españoles entre 1598 y 1882 como principal ruta del comercio y para apoyar la colonización y evangelización del norte de la Nueva España.
Los españoles se guiaron por las huellas de los grupos indígenas que utilizaron la ruta para intercambiar sus mercancías entre el norte y el sur del territorio. Con el desarrollo de la minería este camino se consolidó y extendió para trasladar la plata y el mercurio, así como diversos productos para abastecer a las regiones apartadas del centro.
Los conquistadores establecieron misiones en diversos sitios que después se convirtieron en grandes ciudades como Durango, Sombrerete, Chihuahua, El Paso, Alburquerque y Santa Fe.
Valle de Allende, Chihuahua
El Camino Real de Tierra Adentro fue designado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) dentro de la categoría de itinerario cultural. Representa uno de los puentes culturales más importantes que unen a México y Estados Unidos y la iniciativa de promoverlo fue impulsada por diversas instituciones de ambos países para investigar, proteger y difundir este patrimonio histórico.
No se trata de una vía lineal, sino de toda una zona de influencia que comprende 11 estados del país. Inicia desde la Plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México, pasa por el Estado de México, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Chihuahua, hasta terminar en Santa Fe, Nuevo México, en Estados Unidos.
Su uso continuo para campañas militares, propósitos evangelizadores y traslado de mercancías provocó migraciones que propiciaron la construcción de ciudades, villas, caseríos, haciendas, presidios, hospitales, conventos y reales de minas.
Cuenta con 60 sitios enclavados a lo largo del camino que aún mantienen su autenticidad, muestran un notable grado de conservación y representan un valor de carácter universal.
San Miguel de Allende, Guanajuato
Los 13 centros históricos que están considerados en esta ruta son: Ciudad de México; Aculco (Estado de México); San Juan del Río y Santiago (Querétaro); San Miguel el Grande y Guanajuato (Guanajuato); Lagos de Moreno y Ojuelos (Jalisco); las ciudades de Aguascalientes y San Luis Potosí; Sombrerete y Zacatecas, en el estado de Zacatecas, y la ciudad de Durango.
Siete pueblos están en este circuito: Pueblo de Pinos y Chalchihuites, de Zacatecas; Pueblo de Nazas, San Pedro del Gallo, Mapimí e Indé, de Durango; y Valle de Allende, Chihuahua.
También están incluidos 13 inmuebles entre templos, conventos, colegios y hospitales como el Antiguo Colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán, Antiguo Convento de San Francisco en Tepeji del Río, Antiguo Real Hospital de San Juan de Dios de San Miguel de Allende, Cementerio en Encarnación de Díaz, Jalisco, Templos en el pueblo de Cuencamé y Cristo de Mapimí, en Durango, y el Santuario del Santo Niño de Atocha en Plateros, Zacatecas, entre otros.
Puente de Ojuela, Durango
De las 14 haciendas destacan: Chichimequillas, Buenavista, Cieneguilla, Pabellón de Hidalgo. Además están considerados 9 puentes y caminos, así como la Cueva de Ávalos, Sierra de Órganos, Mina de Ojuela y la Cueva de Las Mulas de Molino.
A través de esta ruta se pueden admirar obras pictóricas y arquitectónicas del barroco y neoclásico, así como disfrutar de paisajes naturales y de la gastronomía de la región. Además de conocer las culturas y costumbres de los pueblos autóctonos de la zona, se pueden adquirir sus artesanías para preservar el legado histórico.
Camino Real de Tierra Adentro es un recorrido por la historia de México a través de sus palacios, templos, monumentos, calles empedradas, paisajes, cascadas, barrancas y desiertos. Si bien no se promueve como un recorrido completo, cada estado tiene diseñado sus propios paseos para que sus visitantes conozcan los atractivos turísticos de la ruta. Sin duda, un itinerario interesante para los amantes de la cultura y la naturaleza.