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Las exportaciones totales disminuyeron 2.9% en febrero, en términos anuales. Esto es parte de una tendencia en la que los principales componentes de las exportaciones también han estado cayendo, según observa BofA Merrill Lynch Global Research en un análisis.
Desde su punto de vista, las principales razones son la debilidad en la producción industrial de Estados Unidos y la caída en de las importaciones petroleras de ese mismo país; a esto también ha contribuido un descenso en los términos de intercambio comercial.
Todo en conjunto
Todos los elementos de las exportaciones han estado desacelerándose, con una estabilidad en la composición general de las mismas, explica Carlos Capistrán, Economista en Jefe para México del banco estadounidense.
La participación de las exportaciones no-petroleras dentro del total subió a 85.6% en 2012, desde 83.9% que tenía en 2011, ya que el ritmo de las exportaciones petroleras cayó a -0.9% en 2012 desde +5% que tenía en 2011.
Esto, indica Capistrán, probablemente refleja dos cosas: los relativamente bajos costos de mano de obra y las ganancias de productividad han ayudado a las exportaciones manufactureras mexicanas a ganar participación en el mercado de importaciones de Estados Unidos frente a sus competidores.
Como resultado, a pesar del débil panorama externo, las exportaciones manufactureras permanecieron a un ritmo resistente a lo largo de casi todo el año pasado y mantuvieron la participación en el mercado estadounidense casi estable a un 78% del total de exportaciones no-petroleras, agrega el especialista.
Adicionalmente, a pesar de los altos precios internacionales del petróleo, las exportaciones hacia Estados Unidos cayeron 1.7% en 2012 y, la participación del mercado de Estados Unidos en las exportaciones mexicanas de petróleo cayó a 74.7% desde 81.2% que tuvo en 2011.
Cabe destacar que esta disminución ha llevado a tasas anuales de crecimiento constantemente negativas en las exportaciones de petróleo de forma consecutiva desde mayo de 2012, advierte Capistrán.
Las exportaciones petroleras hacia Estados Unidos han recortado, en promedio, 14 puntos porcentuales el crecimiento de las exportaciones de petróleo desde mayo de 2012.
Esta caída sobrecompensó la mayor demanda de otros países por el petróleo mexicano: Europa +3.5pp, Sudamérica +1pp, y Asia +0.4pp.
El cambio estructural energético en EU
está afectando las exportaciones mexicanas
Dos de las principales determinantes de las exportaciones petroleras han estado débiles recientemente, la primera es que los precios internacionales del petróleo han decrecido (aunque todavía están en niveles altos) y a la reducida producción industrial en Estados Unidos, con volatilidad.
Capistrán estima que la elasticidad de los precios internacionales del petróleo a largo plazo sea de 0.8, mientras que la producción industrial sea de aproximadamente de uno.
Las recientes dinámicas del precio del petróleo y la producción industrial de Estados Unidos no explican por completo la fuerte caída en las exportaciones petroleras mexicanas.
El descenso tampoco puede ser explicado por la disminución en la producción mexicana de petróleo en años recientes, advierte Capistrán.
Sin embargo, los avances tecnológicos en Estados Unidos, entre otros desarrollos, han permitido que este país esté cerca de la independencia energética en gas natural y los estrategas de BofA Merrill Lynch Global Research pronostican que la independencia petrolera será alcanzada en 2024.
Una de las implicaciones es que las importaciones netas de energía de Estados Unidos (en un cuatrillón de Btu) han caído 60% desde 2008, recuerda Capistrán.
Desde 2011, Estados Unidos ha tenido un descenso sostenido en las importaciones de crudo, estas explican alrededor de 7% de la variación total en las exportaciones petroleras mexicanas desde ese año, una vez que los efectos del precio del petróleo, la producción industrial de EU y la tendencia en la producción mexicana de petróleo son tomados en cuenta.
A medida que Estados Unidos continúe avanzando hacia la independencia energética, este factor seguirá reduciendo las exportaciones mexicanas, si lo demás permanece igual, advierte.
Bache reflejado en las exportaciones manufactureras
Las exportaciones manufactureras siguen moderándose, en el sector automotriz y fuera de éste; durante el periodo enero-febrero, cayeron 0.1% interanual, una desaceleración importante desde 10.1% de crecimiento interanual en el 4° trimestre de 2012.
Esto se debe, agrega Capistrán, a un descenso en las exportaciones no-automotrices (-2.4% de un año a la fecha, 10.4% en el 4º. trimestre de 2012), consistente con un débil panorama externo, en particular en la producción industrial de Estados Unidos y con una divisa más fuerte.
Las exportaciones relacionadas con la industria automotriz, reportadas por el Inegi, se moderaron a 5.7% durante el periodo enero-febrero desde 9.5% del 4o. trimestre de 2012.
Por su parte, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) reportó que las exportaciones de vehículos ligeros crecieron 1.4% durante enero-febrero y cayeron 2.3% en el primer trimestre de 2013, incluyendo datos de marzo.
Desde el punto de vista de Capistrán, eso refleja una desaceleración en la demanda externa y es un determinante importante del actual bache por el que pasa la economía mexicana.
Desde su perspectiva, el mayor determinante de las exportaciones no-petroleras en general es la producción industrial en Estados Unidos.
Calcula que la elasticidad a largo plazo sea de 1.5, con 30% de separación en el equilibrio a largo plazo entre las variables corregidas mensualmente (de manera que el equilibrio sea alcanzado entre tres y cuatro meses).
En el corto plazo, estima Capistrán que el efecto del crecimiento de la producción industrial en Estados Unidos en el crecimiento de las exportaciones mexicanas no-petroleras sea mayor en los primeros dos meses después que haya un choque en el primero, y que desaparezca poco a poco después de esto.