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Silenciosas y contundentes han avanzado las transformaciones que derivan del fenómeno denominado “expansión de las cinturas”, que van mucho más allá de la notable explosión de los productos para reducir el peso y de los aparatos para mantener la figura; lo que se está perfilando es una gigantesca movilización de recursos e inversiones en todo el mundo por lo menos para las próximas tres décadas motivadas por el creciente sobrepeso y la obesidad.
Una batalla que está siendo ganada por la acumulación de volumen en las personas hizo sonar las alarmas hace un lustro; desde el terreno de la salud se decretó un combate global por el dramático incremento de los costos que se están agregando y poniendo en riesgo la sustentabilidad financiera de los sistemas que la soportan, de manera especial los de carácter público, aunados a los problemas crecientes en la calidad de vida.
Lo cierto es que, más allá de la salud, existe una multiplicidad de expresiones que están siendo trastocadas por la nueva condición que presenta la anatomía de 500 millones de seres humanos y que con ello extienden el espectro de impacto donde los flujos financieros que se están asignando para adaptarse a la nueva realidad creada por un consumidor o usuario de servicios de nuevas carácterísticas y con necesidades diferentes a los estándares.
En un extenso estudio elaborado por el área de Investigaciones Globales de Bank of America Merrill Lynch (ML) denominado Globesidad, analiza las tendencias de los flujos y requerimientos de inversiones para atender las necesidades del cambio en la complexión de las personas, así como para combatirlos. El documento expone los sectores, las tendencias e incluso algunas empresas que serán privilegiadas por los flujos financieros, de manera específica en Estados Unidos, por ser la nación que presenta la vanguardia de la epidemia, ya que 70% de su población tiene sobrepeso y casi un tercio es obesa, y estiman que en 15 años llegue afectar a 50%.
Los recursos están en movimiento. Pensando en el creciente número de pasajeros obesos, el fabricante de aeronaves Airbus ofrece a las aerolíneas comerciales asientos extra anchos, al igual que los pasillos en las cabinas de su familia de aviones A320. La demanda de autobuses y trenes incluye la disponibilidad de butacas con mayor amplitud, incluso los fabricantes de los nuevos modelos de automóviles han elevado la capacidad de soporte de los asientos a poco más de 200 kilogramos, de acuerdo con lo expuesto por ML.
Los casos emblemáticos de cómo los cambios se nos han puesto ante los ojos de manera silenciosa, los encontramos en los grandes estadios deportivos. El Yankee Stadium inaugurado en 2009; la inversión de 1,500 millones de dólares también implicó el sacrificio de 5 mil localidades, sin embargo las butacas actuales son de mayor amplitud que las del anterior inmueble que había sido remodelado en 1976. Su vecino de Nueva York, el Citi Field, que sustituyó al Shea Stadium de los Mets, si bien sólo costó 900 millones de dólares ahora tiene un aforo para 16 mil espectadores menos que el derruido, pero eso sí, todos ellos cómodamente sentados incluso los obesos.
También la llamada catedral del futbol es parte de la misma tendencia, parte de las 798 millones de libras esterlinas que se invirtieron en el nuevo estadio de Wembley, inaugurado en 2007, fueron para eliminar 10 mil butacas, pero las actuales son más amplias.
Los hospitales están ampliando puertas, sustituyen los inodoros montados sobre las paredes por modelos al suelo; elevan la disponibilidad de tamaños cada vez mayores en camillas, sillas de ruedas, elevadores de pacientes y también en las ambulancias, porque cada vez es más frecuente su uso con pacientes de más de 150 kilogramos de peso. Los crematorios preparan adaptaciones y adiciones en sus hornos. El universo de lo que se está trastocando es inconmensurable.
Los efectos provocados por el sobrepeso y la obesidad aparecen ahí donde hay presencia humana: se rediseñan los espacios de trabajo, la vestimenta y mucho más, lo cierto es que también con ello vienen otras consecuencias, ya que se estima en que sólo por esas causas se eleva hasta en un billón de toneladas adicionales la emisión anual de gases efecto invernadero, de acuerdo con estudios especializados que recupera ML. Sólo por los requerimientos energéticos de un elevado número de seres humanos más pesados.
El documento de ML señala que existe evidencia de que los esfuerzos por reducir el consumo de combustibles se han visto contrarrestados por la creciente obesidad. Tan sólo para Estados Unidos, donde existe el mayor número de personas en esta condición, se erogan 4 mil millones de dólares adicionales al año en el consumo de gasolinas por transportar a personas con peso superior al normal.
Un estudio señala que el peso promedio de los pasajeros de avión se ha incrementado desde el año 2000 en dos kilogramos, eso significa 472 dólares en un vuelo de Sidney a Londres, que para una aerolínea que vuela la ruta tres veces por día equivaldría a 1 millón de dólares adicionales por año, reseña el documento de ML.
Lo cierto es que al planeta se le han agregado por sobrepeso y obesidad 15 millones de toneladas, algo así como 242 millones de personas más de peso normal. De alcanzar todos los países el mismo índice de masa corporal que el promedio de Estados Unidos, se habrían agregado al mundo 58 millones de toneladas, lo que equivaldría a mil millones de personas adicionales, quienes tendrían requerimientos que pondrían en serios problemas en cuanto a la sustentabilidad del uso de los recursos mundiales, incluidos los alimentos y la energía.
A diferencia de tabaquismo, en el cual se considera que la exposición de un mayor número de personas se compensa con la mayor probabilidad de muerte temprana; en el caso de la obesidad no se ha encontrado la misma relación, por el contrario, se estima que el creciente número de niños y adolescentes obesos o con sobrepeso configura un futuro de adultos con sobrepeso y obesos. Tal es el caso de México, que se ha colocado como el segundo país con mayor incidencia en edades tempranas.
De manera adicional, la tendencia de envejecimiento poblacional indica que personas con sobrepeso en la edad adulta serán obesos en su vejez y los adultos obesos se espera que sean ancianos con obesidad severa. Aun así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 2.8 millones de muertes anuales están asociadas de manera directa o indirecta con la obesidad.
Siguiendo en el terreno de los costos asociados por la presencia del sobrepeso y la obesidad, el análisis de ML aborda con amplitud lo que impacta en el ámbito de la empresa, ya que ha detectado que los efectos impulsan a muchos empresarios a realizar inversiones en programas de bienestar laboral.
Las empresas han venido incrementando sus erogaciones en seguros de salud a la vez que ven reducida la productividad por consecuencia de la obesidad. Al respecto ML recurre a un estudio de Mayo Clinic de marzo de 2012, el cual indica que mientras fumar podría añadir alrededor de 20% los gastos médicos de los empleadores, la obesidad mórbida los aumenta en 50% por año. Además los seguros comerciales de salud han aumentado para este sector, por ejemplo, los gastos de hospitalización se elevaron 18%, un monto de 35 mil millones de dólares, agrega.
La misma Mayo Clinic señala que un estudio aplicado a los 30 mil asegurados entre trabajadores activos y jubilados entre 2001 y 2007 los obesos presentaron un costo superior en 600 dólares por año por encima de de otros con hábitos poco saludables, como fumar.
Las actividades económicas que serán las principales protagonistas en las corrientes de recursos para combatir la obesidad y reducir el sobrepeso están identificadas por ML como la de productos farmacéuticos y el cuidado de la salud, las de alimentos, las enfocadas a la pérdida de peso, gestión nutricional y dietética, así como la ropa y el equipamiento para actividades deportivas.
La comida está en el centro de atención
Las tendencias alimentarias en Estados Unidos, de las que no somos demasiado ajenos en México, presentan que las ventas anuales de comida rápida aumentaron 54% entre 2000 y 2010 para llegar a 165 mil millones de dólares, el consumo de queso se elevó 287% desde la década de 1950, mientras que el consumo de leche bajó 38%, además de que la ingesta de jarabe de maíz de alta fructosa se ha incrementado en los últimos 40 años, principalmente en el consumo de refrescos.
Junto a estos datos, la alimentación, protagonista estelar del problema, sigue siendo un factor de solución. Más aún ante escenarios que pronostican gastos combinados por servicios médicos en dos años significarán 549.5 mil millones de dólares.
En México, un mercado de 900 mil millones de pesos anuales en alimentos y bebidas, puede ser parte del impulso creciente para una mayor salud y bienestar, centradas en productos naturales y saludables, en productos orgánicos, frescos y jugos naturales, entre otros; o mediante la reformulación del perfil nutricional, con menos contenido de grasa, azúcar y sodio, calorías e ingredientes artificiales, y sustituidos con ingredientes más benéficos.
Gestión dietética y de la nutrición
Grandes segmentos de la población están inmersos a la pérdida de peso, la gestión de la dieta y la nutrición como medio de lucha contra la obesidad global a través de su participación en áreas como: cadenas comerciales de centros de pérdida de peso, suplementos dietéticos, productos de reemplazo de comidas, compañías multinivel que venden productos para la gestión dietética y de la nutrición.
Con una conciencia cada vez más influida por el creciente vínculo que hacen los consumidores entre la dieta y la salud, la industria se ha ocupado en la generación de productos saludables, la adquisición de marcas, innovando y con la reformulación de productos existentes, y promover la coherencia de sus mensajes.
Cómo desestimar un mercado en el que en 2010 los estadounidenses gastaron 28.1 mil millones de dólares en los suplementos dietéticos (incluyendo productos para no bajar de peso). Además gastan alrededor de 40 mil millones de dólares por año en programas de pérdida de peso y sus productos.
Actividad física
La actividad física contribuye a la pérdida de peso y al mantenimiento del peso a largo plazo, así como la mejora de la función metabólica, respiratoria y cardiovascular y reducir el riesgo de la morbilidad relacionada con la obesidad como las fracturas por caídas. Como medio de lucha contra la obesidad global se estiman inversiones en áreas tales como: calzado deportivo, gimnasios, ocio, fabricación y distribución de ropa deportiva, los deportes y las actividades recreativas, artículos deportivos, tiendas de deportes e instalaciones deportivas.
En México, pese una gran fragmentación del mercado los principales jugadores en este segmento han encontrado una difícilmente igualable oportunidad de crecimiento. (Fortuna Enero 2011). Además de que cada vez es más frecuente encontrar acciones patrocinadas por grandes empresas en favor de la actividad física, como la alianza entre Televisa y Bonafont, por mencionar uno.
Los beneficios que aporta una permanente actividad física es de gran relevancia en el combate al sobrepeso debido a los efectos benéficos al incluirla en el estilo de vida, ya que permite mejorar el desarrollo y la buena salud, es motivador de una adecuada nutrición, inhibe la violencia en niños y jóvenes, libera endorfinas que ayudan a disminuir el estrés y depresión; además de mejorar la apariencia, creatividad, capacidad afectiva y memoria, según lo expuesto por Actívate México, como parte de su invitación a su congreso internacional a celebrarse en septiembre próximo.
Industria farmacéutica
La industria farmacéutica ha dado pasos importantes, al grado de haber logrado que la Oficina para Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha aprobado medicamentos para venta por receta para la pérdida de peso, lo cual significa un hito relevante, dado que dicha entidad habia mostrado muy baja tolerancia para el desarrollo de medicamentos para tal fin.
Si bien, los médicos ven como primera línea de defensa contra el sobrepeso y la obesidad la dieta y el ejercicio, seguida por los medicamentos recetados y la cirugía bariátrica en última instancia; la inyección de recursos en las industrias farmacéutica y de la salud como un medio de lucha contra la obesidad global tiene un amplio espectro de participación en en áreas tales como: dispositivos cardiovasculares, medicamentos para la diabetes, servicios de diálisis, equipo de emergencia médica, bandas gástricas, medicamentos contra la obesidad, dispositivos ortopédicos (implantes de articulaciones), manejos de ostomías, sistemas especializados de baño, entre otros.
Fotos: Cuartoscuro